LA AUTORIDAD ESTÁ LIBRE
Título: 

‘Tengo ataques de pánico’: la difícil situación de la mujer que se animó a denunciar a un juez que le pidió dinero

La oficina del juez precintada.

“Es difícil no tener miedo”, “tengo en el día entre cuatro a cinco ataques de pánico”. Así la mujer que grabó y denunció a un juez de El Alto por pedirle dinero a cambio de “solucionar” un proceso judicial, explicó la situación que atraviesa por haberse topado con lo que considera un consorcio de corrupción.

Contó que es especialmente difícil encarar esta situación teniendo una familia y tres hijos pequeños. Señaló que el estrés por la injusticia que sufre la llevó a perder un embarazo de ocho meses.

“Lo que ellos buscan es dinero, plata”, lamentó la víctima en entrevista con La Mañana en Directo de ERBOL. 

Relató que su viacrucis comenzó al ser engañada en 2019 por una amiga suya, quien le prestó 16 mil dólares para una construcción. Señaló que su amiga, aprovechándose de su confianza, le pidió firmar dos documentos, bajo el argumento de que el segundo era para justificar el préstamo ante su familia y no generaba mayor obligación. 

Sin embargo, cuando llegó el momento de cancelar la deuda, su amiga le exigió pagar ambos documentos, es decir, tenía que pagar el doble de dinero. Ella aceptó para no generarse mayores conflictos.

Para pagar la deuda, la mujer tuvo que vender su casa a un familiar, pero su amiga la denunció por estelionato.

Aseguró que la venta de la casa era legal y que reconocía el gravamen y arrastre de deudas que conllevaba, sin embargo, el caso por estelionato avanzaba en la justicia.

En 2022, según el relato, la mujer tuvo contacto con una abogada, quien era supuestamente la novia del juez del caso. Esta jurista lo llevó ante la autoridad judicial Freddy G.C.C., para hablar de su caso.

Según contó, en esa reunión el juez le pidió dos mil dólares para solucionar su caso en dos a tres semanas, aunque también debía pagar otros dos mil para que ratifique la decisión posteriormentne, o sea en total 4 mil dólares.

Indicó que el juez la derivó con el pasante de la fiscal del caso, quien a su vez le pidió seis mil dólares.

La mujer presentó la denuncia ante la Fiscalía, con cinco grabaciones como fundamento. La semana pasada se procedió a la aprehensión del juez y del asistente de la fiscal.

Para el día operativo, la mujer contó que estaba nerviosa, con su bebé en brazos. Desde ese día sus hijos no van a clases por el temor.

Cuestionó la labor de la Policía en el operativo y señaló que niños harían un mejor operativo, por lo evidente que era la acción de los efectivos a pesar de que era encubierto.

Consideró que los policías la “entregaron” al juez, porque la interceptó en la calle. Dijo que al ver al juez se quedó helada y éste le dijo “a mis amigos has traído”. Le manifestó al juez que tenía cinco mil bolivianos y el juez lo derivó con su asistente para darle el dinero.

Recordó que el juez le tomó la mano de manera fuerte y le vino a la mente sus hijos. Le miró a los ojos y le advirtió que si algo pasaba con ella o sus hijos, era culpa suya y de la Justicia.  

A pesar de las evidencias, otra autoridad judicial el fin de semana determinó dejar en libertad al juez y al pasante, aunque con medidas cautelares mientras están investigados.

La mujer dijo que estos días han sido una tortura. Lamentó que la audiencia del juez aprehendido se sorteó a un juzgado en el mismo piso.

Dijo que, al caminar esos pasillos, la miran como si fuese “la mala” que denunció al juez y al pasante. Enfatizó que ella no es mala, sino lo malo es la actitud de ellos.

Pidió a las autoridades que le otorguen garantías. Reprochó que todos la felicitan por denunciar, pero nadie le garantiza la seguridad de ella y sus hijos.//jm