El Gobierno, a través del Ministerio de Agua y Medio Ambiente, lanzó este martes dos proyectos que cuentan con la cooperación internacional y cuya inversión total es de 7 millones de dólares, en la perspectiva de reducir el uso de mercurio en la minería artesanal aurífera, que es dañina para las personas que ejercen esa actividad y poblaciones aledañas.

El primer proyecto es para elaborar el Plan de Acción Nacional, cuya inversión es de 500 mil dólares y su plazo de ejecución es de dos años, indicó el ministro de Medio Ambiente, Juan Santos Cruz.

La construcción de un Plan de Acción Nacional es un mandato del convenio de Minamata, por el cual Bolivia está comprometida a realizar los esfuerzos para reducir el uso del mercurio.

El Estado boliviano ya había sido observado por la comunidad internacional, debido a que carece de este Plan de Acción Nacional.

El viceministro Magin Herrera detalló que en este trabajo participarán los ministerios de Medio Ambiente, Minería y Salud, además de la cooperación internacional.

El segundo proyecto es denominado Planet Gold Bolivia, el cual cuenta con  una inversión de 6,5 millones de dólares y un plazo de cinco años, según el ministro Santos.

La autoridad indicó que este segundo proyecto, financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente, busca mejorar significativamente las prácticas de producción y el entorno laboral de los mineros artesanales y de pequeña escala.

Señaló que se trabajará para conectar a las comunidades mineras con tecnologías libres de mercurio y mercados formales.

El viceministro Herrera mencionó que se buscará la formalización de las actividades mineras, con lo cual podrán acceder a fuentes de financiación. Además tiene a su vez el propósito de generar alternativas tecnológicas para la reducción del uso del mercurio, de tal modo que las emisiones no sea en la misma intensidad como las que ahora estamos siendo testigos.

La proliferación del uso del mercurio en la minería aurífera en Bolivia incluso ya es de preocupación internacional. El Relator de la ONU sobre sustancias tóxicos, Marcos Orellana, suele mencionar como caso paradigmático el del pueblo Esse Ejja del norte boliviano, cuya fuente de proteína es el pescado que es afectado por el mercurio de la actividad minera.