CONVOCA A LA UNIDAD
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Vicepresidente: “Este gobierno no nace para administrar, nace para reconstruir”

En un discurso cargado de simbolismo y reconciliación nacional, el vicepresidente del Estado, Edmand Lara, afirmó este sábado que el nuevo gobierno “no nace para administrar, nace para reconstruir” y llamó a los bolivianos a cerrar heridas y reencontrarse con su identidad. “Solo los pueblos que reconocen su raíz pueden construir un futuro común, y solo las naciones que se abrazan a sí mismas pueden volver a soñar”, expresó.

Lara, quien optó por leer un discurso que —según dijo— escribió desde el corazón, dedicó sus palabras a reflexionar sobre el significado del bicentenario de Bolivia, que consideró una “señal del destino y una invitación a renacer juntos”.

“Bolivia no se construye negando su historia, sino abrazando su herencia”, señaló, evocando a figuras históricas como Túpac Katari, Zárate Willka, Juana Azurduy, Murillo y Warnes, a quienes reconoció como símbolos de resistencia y dignidad.

El vicepresidente destacó que la “Bolivia profunda, mestiza y criolla”, antes silenciada, hoy “late en los barrios, en los valles, en los cerros y en los llanos”, representada —dijo— por el campesino que madruga, la madre que trabaja, el joven que estudia y el obrero que produce.

“Esta Bolivia de múltiples rostros y un solo corazón es la que hoy se pone de pie; y este gobierno nace para servir a todo un pueblo”, manifestó.

En su mensaje, Lara reconoció la crisis económica y social que atraviesa el país y llamó a convertir las dificultades en oportunidad.

“Vivimos uno de los momentos más duros de los últimos 40 años. La escasez de carburantes, la falta de dólares, la inflación… el país entero clama por estabilidad y dirección”, dijo. En ese contexto, convocó a cambiar el rumbo, sanear las instituciones y combatir la corrupción. “La corrupción no solo roba dinero, roba confianza, roba futuro y hasta la fe”, advirtió.

Sostuvo que Bolivia tiene “algo que el mundo envidia: su gente, su fuerza, su ingenio y su corazón”, y llamó a la unidad nacional como base del nuevo tiempo político.

“Este debe ser un tiempo de todos y para todos, del campo y la ciudad, del poncho y la corbata, del oriente y el altiplano. Si logramos reconciliarnos, si volvemos a mirarnos sin miedo, Bolivia no solo saldrá adelante: Bolivia volverá a brillar”, concluyó.