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La Federación Departamental de Cooperativistas Mineras (Fedecomin) declaró en estado de emergencia ante la falta de seguridad para sus afiliados que enfrentan riesgos por la silenciosa penetración de súbditos peruanos a las minas de Pelecucho y Suches, donde la semana pasada el cooperativista Eduardo Callisaya fue asesinado por asaltantes.
El presidente de Fedecomin Simón Condori dijo que los cooperativistas “están indignados por los atropellos y matanzas” que sufren afiliados, tal como ocurrió el pasado sábado cuando un grupo de efectivos policiales intervino en horas de la noche a la cooperativa Fortaleza.
Manifestó que los mayores riesgos se presentan en las fronteras donde no existe presencia de Senarecom ni de la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) y por evadir el costo de las regalías mineras, algunos cooperativistas venden el material a los extranjeros que sacan al lado del Perú.
Anunció que pedirá informes a la Policía Departamental para conocer el avance de las investigaciones sobre la muerte del cooperativista Callisaya y convocará al resto de las cooperativista para conocer la situación del resto de sus afiliados.
Entre tanto la Policía dispuso que efectivos del grupo de Inteligencia DACI viaje a desarrollar un trabajo de campo en la comunidad de Suches, provincia Franz Tamayo, donde cuatro mineros de la cooperativa minera Pan Azucarani fueron atracados transportando 130.000 bolivianos, de los cuales uno falleció y tres resultaron heridos por arma de fuego.
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