Opinion

CALLE HARRINGTON
A vuela pluma
José Ros
Jueves, 31 Enero, 2013 - 15:36

Valorar: 
Average: 5 (2 votes)

En este mes de enero tuve la oportunidad de asistir, en la ciudad de La Paz, a una serie de eventos y reuniones que me trajeron a la memoria años vividos en esa urbe altiplánica. Y justamente, fue el lunes 15 de este mes, paseando por “El Prado”, cuando tuve la agradable sorpresa de encontrar a un grupo de personas, con pancartas en las manos, fotografías del recuerdo y discursos… que rememoraban un triste hecho, ocurrido hace 32 años, durante la dictadura de García Mesa.

En la calle Harrington, un grupo de valientes miristas se habían reunido para decidir qué estrategias llevar a cabo en contra de la dictadura. Era aquel valeroso Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) que había sido fundado en 1971, para luchar contra la dictadura de Banzer, y que 10 años después mantenía todavía el coraje así como el espíritu de lucha y de trabajo en equipo. 

Sin embargo, en plena reunión, el grupo fue asaltado por paramilitares armados, dispuestos a acabar con la oposición. El ataque se produjo por sorpresa y sin piedad. Las ametralladoras dieron fin con los ocho valerosos miristas.  Y por eso, este pasado 15 de enero, se revivía su memoria; en su honor se realizaba, el homenaje en “El Prado”. La Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH), la Asociación de Familiares de los Desaparecidos (ASOFAMD), y otros simpatizantes que todavía creen en la Revolución Popular, al escuchar el nombre de cada uno de los asesinados, respondían a voz en cuello: ¡Presente!

No era un grupo muy numeroso el que se reunió en El Prado. Los micros y transporte en general pasaban raudos por la avenida, ajenos tal vez la mayoría a lo que había ocurrido aquel año de 1981. Y, en ese momento, me asaltó la pregunta: ¿dónde se encontrarán los miristas de antaño que no son capaces de recordar ahora a sus compañeros caídos? De los pocos o pocas que quedan, muchos se han instalado en sus cómodas propiedades; otros, exhiben títulos y maestrías que parecieran otorgarles un rango especial; y algunos más, se autoexiliaron a países extranjeros donde lograron asentarse para lucrar en sus vidas y olvidarse de esta tierra por la que lucharon sus compañeros asesinados…

¿Qué ocurrió con aquel MIR que se enzarzó en disputas internas, se dividió en diversas fracciones y perdió toda credibilidad? Y la respuesta es que el MIR, como pretensión política, hoy no tiene nada que ofrecer a la juventud boliviana. Se fraccionó en el MIR Masas, en el Movimiento Bolivia Libre (MBL), del cual más tarde surgió el Movimiento Sin Miedo (MSM) y así hasta difuminarse… 

Sin embargo, aun cuando no exista como partido político y tal vez algunos seguidores de entonces sueñen todavía con una realidad que nunca consiguieron plasmar, habría sido interesante encontrar en ese homenaje a los caídos, en la calle Harrington,  a algunos exmiristas que todavía se pasean por nuestra ciudad y también habría sido un acto de dignidad escribir algún artículo en nuestra prensa cruceña que recordase nombres tan gloriosos como: Luis Suárez, Arcil Menacho, José Pepe Reyes, Ramiro Velasco, Artemio Camargo, Jorge Baldivieso, Ricardo Navarro y Gonzalo Barrón.

Han transcurrido 32 años de aquel cruel asesinato. Nuestra historia avanza y los tiempos son otros. Pero el recuerdo de quienes murieron por una patria mejor no puede quedar en el olvido…