Se cree normalmente que las tecnologías sucias son imprescindibles para la industria, porque son más baratas y ayudan a generar más ganancias. Eduardo Gudynas, experto uruguayo entrevistado por Mapamundi en Erbol, sostiene lo contrario. Él dice que los costos de la destrucción de la naturaleza los tiene que pagar el país en el que éstos se producen, mientras las empresas siguen lucrando. Si se hacen bien las cuentas, al final los daños de la industria contaminante son siempre más altos. Gudynas promueve el concepto de ¨Vivir bien", muy utilizado por los gobiernos de Bolivia y Ecuador, pero considera que en ese caso, se trata más de discursos que de prácticas reales. El entrevistado no cree que en ambos países andinos se esté liquidando al capitalismo, sino que más bien se ha acentuado el llamado extractivismo, consistente en saquear los recursos naturales para favorecer a las industrias y mercados del Norte.
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