Acongojado hasta el llanto, el ciudadano Ariel Villca expresó su tristeza y desesperación que sufre después de la quema de su ómnibus por parte de bloqueadores la semana pasada en Llallagua. Dijo que se siente “destruido en vida” y agobiado por no saber ahora cómo pagará sus deudas.

“He quedado en las peores condiciones en esta vida. No deseo a nadie en este mundo que se ponga en mi lugar, porque realmente quedar sin nada, sin ningún peso es lamentable, señores”, dijo Villca, según reporte de radio Pío XII-Oruro de la red ERBOL.

Villca rompió en llanto al recordar lo ocurrido con el vehículo que era su medio de subsistencia. “Lamentable, cada vez que veo mi bus, sólo me da lágrimas, ganas de llorar y ya no tengo ni lágrimas para seguir llorando. Estoy destruido, me han destruido en vida”, exclamó.

Los bloqueadores quemaron el bus en medio de los enfrentamientos de la semana pasada, cuando la Policía intentó desbloquear el camino que estaba cerrado por los ayllus nortepotosinos.

Lamentó que ahora no tiene cómo pagar las deudas al banco y las que tiene con sus propios familiares, como su padre que le prestó su dinero ganado con esfuerzo. Estimó que aún debe más de 300 mil bolivianos por el vehículo.

Villca suplicó al presidente Luis Arce y al Gobierno para que gestione la devolución del vehículo, que es su herramienta de trabajo.   

Reprochó a los manifestantes que hayan atacado al bus. También lamentó los hechos de violencia que terminaron con la muerte de policías.

Informó que el chofer del bus se encuentra en estado delicado de salud, por los golpes recibidos durante el ataque. Según dijo, el conductor decía que lo maten en la flota, pero más bien estaba con su hijo que lo sacó del vehículo para seguir con vida.