Forense de Luis Espinal: “No guardo absolutamente nada”

“No guardo absolutamente nada”, afirmó en forma categórica Rolando Costa Arduz, médico forense que realizó la autopsia del sacerdote jesuita Luis Espinal, asesinado la noche del 21 de marzo de 1980 durante la dictadura militar de Luis García Meza que lo mandó a callar porque tenía conocimiento de negociados en la compra de unos aviones Hércules por un monto que oscilaba entre los 200 mil a 700 mil dólares.

Recordó que hace tres o cuatro meses, fue convocado por el fiscal Genaro Quenta, a quien le explicó que por su avanzada edad no recordaba nada de lo había hecho hace 37 años, cuando siendo médico,  fue encargado de diagnosticar las causas de la muerte del sacerdote jesuita.

Quenta investiga una denuncia del coronel Roberto Meleán, que cumple condena en la cárcel de San Pedro por crímenes durante la dictadura militar, en sentido que el general de la Fuerza Aérea Boliviana, Jaime Niño de Guzmán es uno de los autores intelectuales de la muerte. La defensa de éste argumentó que el Espinal no murió por golpes, motivo por el cual planteó la exhumación con el fin de desvirtuar las acusaciones.

La exhumación de los restos está prevista para este martes, sin embargo hay la posibilidad que dicho acto sea suspendido ante la resistencia de los sacerdotes jesuitas, el rechazo de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, y además que la Asociación de Familiares de Mártires y Desaparecidos, ya envío una copia del certificado forense original al mismo fiscal Quenta.

Costa Arduz recomendó al fiscal acudir a los archivos de Médicos Forenses, aunque dijo que él también acudió a la oficina del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), donde le dijeron que no había los archivos. Por ese motivo, algunos amigos le proporcionaron una copia del informe que fue publicado en Perú por la Asamblea de Derechos Humanos de Bolivia, mismo que distribuyó a los medios de comunicación.