Mercadito Pop de Gabriela Durán y Red de Biodiversidad-Huayna Tambo de Gabriela Condori, en los últimos meses se han convertido en los mayores referentes de la aplicación de economía colaborativa y reciprocidad en La Paz.
Con pocos recursos y mucha comunicación, ambos emprendimientos lograron incorporar a decenas de personas en el intercambio comercial, sin pasar por intermediarios o algún tipo de barreras del mercado formal.
La fórmula que utilizaron ambas microempresarias (si el término cabe) es el mismo: involucrar a gente insatisfecha con el libre mercado, pero entusiasta en compartir lo que tiene a cambio de una retribución.
Durán, encargada de Mercadito Pop sostuvo que hay la urgencia de juntar creatividad y perseverancia, promoviendo proyectos individuales y colectivos a gente que apunta a este tipo de trabajo.
“Hasta ahora funcionó como fenómeno, precisamente que se activó algo en una comunidad no representada. Se están dando cuenta del potencial creativo a nivel económico de emprendimientos”, sostuvo.
Gabriela Condori de la red de Biodiversidad de Huayna Tambo señaló que la iniciativa tiene larga data, donde el mayor beneficiario es la gente
“Trabajamos desde hace cinco años. Fue posible poner nombre a las prácticas que vinimos realizando. Es decir es una manera de convivir e intercambiar servicios de auxiliarnos y ampararnos. Como red es importante darle este valor e identificar. Creemos que es el momento para abrir esto a quien que quiera embarrarse y cocinar con nosotras”, señaló.
Condori señaló que en el proyecto de intercambio de productos Huayna tambo crearon inclusive su propia moneda
“Por ejemplo entramos al reglamento tenemos moneda que se llamará poquititos. Es darle valor a alguien, buscamos revalorizar cosas, buscamos ser reconocidas. Gracias a las nuevas tecnologías hay la posibilidad de escalar, pero a partir de esta relación cercana y comunitaria conectar a muchos pequeños y diversos. Cuando compartimos conocimiento, hay más conocimiento”, agregó.
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