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Tráfico de caballitos de mar: el cruel viaje desde las redes de arrastre hacia los mercados asiáticos

Un caballito de mar se camufla entre algas marinas, en Punta Vicente Roca, Galápagos. Foto: Michel Guerrero

MONGABAY LATAM

Ana Cristina Alvarado

Cerca de 3000 caballitos de mar fueron retenidos en un operativo de control en Carchi, provincia ecuatoriana fronteriza con Colombia, en mayo de 2025. El caso revela el tráfico ilegal al que son sometidas estas especies icónicas, pero pequeñas y vulnerables. La pesca incidental y dirigida es el origen de un cruel comercio que mueve millones de dólares anuales en todo el mundo y que tiene a Perú como uno de los principales países de tránsito y a países asiáticos como destino final.

“Muchísimos caballitos de mar mueren con las redes de arrastre”, dice Michel Guerrero, biólogo marino ecuatoriano. La creciente presión pesquera y la pérdida de hábitat están entre sus principales amenazas. De las 47 especies de Hippocampus registradas en el mundo, al menos 16 enfrentan riesgo de extinción, de acuerdo con Project Seahorse, una organización estadounidense dedicada a la conservación y la investigación marina.

Todos los Hippocampus constan en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Es decir, su comercio internacional se permite siempre y cuando se pruebe que es sostenible. A pesar de esto, no todos los países consienten su extracción. La legislación ecuatoriana, por ejemplo, lo prohíbe.


A inicios de mayo de 2025, la policía ecuatoriana interceptó una encomienda que guardaba cerca de 3000 caballitos de mar del Pacífico. Foto: Policía Nacional

En Ecuador, solo se ha registrado el caballito de mar del Pacífico (Hippocampus ingens), según información que la Policía Nacional envió a Mongabay Latam. Se ha reportado su distribución en diversas zonas costeras del país, así como en las Islas Galápagos. Guerrero explica que estos pequeños peces viven en áreas donde hay pastos marinos, manglares, algas o corales, pues les sirven de refugio y también les ofrecen estructuras como ramitas de las que se sostienen con la cola.

Los ejemplares confiscados en Carchi habrían sido extraídos del área marítima de la provincia del Guayas, de acuerdo con información que el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) envió a Mongabay Latam.

El paquete que viajó en transporte público terrestre de Guayaquil a Carchi habría tenido como siguiente parada Colombia, presume el MAATE. Desde allí, si la caja no hubiera sido interceptada, habría llegado a Asia, el principal destino del tráfico de estas especies, según el artículo Using online reports of seahorse seizures to track their illegal trade, liderado por la científica Sara J. Foster, de Project Seahorse, y publicado en mayo de 2025 en Conservation Biology.

Son capturados incidentalmente


Una pareja de caballitos de mar se refugia entre corales blandos, en Punta Vicente Roca, Galápagos. Foto: Michel Guerrero

Gran parte de los caballitos de mar traficados son capturados de manera incidental, señala la Policía Nacional. El estudio The United States dried seahorse trade, publicado en 2023 en Plos One, respalda la afirmación. Es decir, quedan atrapados en redes y aparejos con los que se busca pescar otras especies. La extracción no intencionada, dice el artículo científico, “dificulta la recopilación de datos sobre el tamaño de los ejemplares recogidos y la explotación específica de cada especie”.

La pesca de arrastre de camarón pomada (Protrachypene precipua), una pesquería industrial que se realiza fuera de las primeras ocho millas en Ecuador, extrae del mar decenas de especies de manera incidental, relata Guerrero. Los pescadores lanzan desde el barco una red de gran tamaño con un peso que remueve el fondo marino y captura todo lo que encuentra a su paso, incluyendo el camarón, que es la pesca objetivo, y todo tipo de peces y moluscos.

“Es perjudicial, es como meter una excavadora en el fondo marino, se levanta todo”, dice el experto. Este arte de pesca despedaza a las especies que están en el camino. Cuando los pescadores levantan la red, seleccionan su pesca objetivo y especies comerciales, entre ellos, el lenguado (Hippoglossina tetrophthalma) o el caballito de mar, y desechan los individuos heridos o que no atraen interés en los mercados.


Los caballitos de mar habitan en zonas donde hay vegetación. Foto: Mark Rosenstein / iNaturalist

La pesca de arrastre está prohibida en Ecuador desde 2013. Sin embargo, una fuente cercana al Viceministerio de Acuacultura y Pesca, que prefiere mantener su anonimato por seguridad, asegura que se sigue practicando. Además, los caballitos de mar caen en la red langostera, otro arte de pesca artesanal prohibida, y salen a diario en las redes de cerco camaroneras y en las artes de pesca de la flota industrial polivalente, que tienen como objetivo la merluza (Merluccius gayi) y el camarón. Estas dos son permitidas.

La falta de control a las pesquerías en Ecuador no es una sorpresa. En 2024, la CITES sancionó al país tras encontrar una discrepancia entre las cifras de exportación e importación de aletas de tiburón de Ecuador y Perú, respectivamente.

El biólogo marino no descarta que también haya pesca dirigida. Los caballitos de mar son bastante vulnerables. La Hippocampus ingens es la especie más grande del género, pero no pasa de los 30 centímetros de altura. Pescadores buzos pueden atraparlos con las manos, con redes pequeñas e incluso –según ha observado la fuente del Viceministerio de Acuacultura y Pesca– con bolsas plásticas.

Tienen una muerte dolorosa


En 2024, funcionarios de la Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria de Ecuador hallaron caballitos de mar disecados en un restaurante chino de una localidad costera. Foto: ARCSA

Los caballitos de mar que sobreviven a la pesca de arrastre mueren más tarde al aire libre o hervidos vivos, de acuerdo con información de la Policía Nacional. Los traficantes someten a los cuerpos a diferentes tratamientos para conservarlos.

Uno de ellos es un proceso de salazón, señala el MAATE, que consiste en deshidratarlos con sal para inhibir el crecimiento bacteriano y prolongar su conservación. También los secan al sol o en hornos rudimentarios. Usan alfileres para que conserven la cola enroscada, una característica considerada atractiva, principalmente para el comercio de souvenirs.

Después los clasifican por tamaño y color. Los embalan cuidadosamente, a menudo en bolsas selladas y frascos para evitar daños durante el transporte. Los transportan por vía terrestre, marítima o aérea, muchas veces escondidos en paquetes postales, equipaje personal o mercancía comercial.


Incautación de caballitos de mar en Perú. Foto: cortesía Oceana Perú

Guerrero relata que hasta hace unos años, los caballitos que resultaban de la pesca incidental eran convertidos en recuerdos vendidos en las zonas costeras. Sin embargo, se ha vuelto cada vez más común ver que los movilizan vía terrestre hacia Perú.

Los investigadores de Project Seahorse encontraron que en Perú se incautaron 823 000 individuos entre 2010 y 2021. Fue el segundo país con más caballitos de mar confiscados, con el 17 %, después de China continental, donde el número ascendió a 1 950 000, equivalente al 40 %. Vietnam quedó en el tercer lugar, con 683 000 individuos, el 14 % del total.

La última parada es Asia


Caballitos secos en una tienda de Hong Kong, donde se pueden encontrar fácilmente. Foto: HK1

El país latinoamericano, sin embargo, sería solo un lugar de paso. Los investigadores encontraron que las diez rutas más usadas para el tráfico de estos peces fueron, en orden descendente, desde Perú a China continental, Hong Kong y Vietnam; desde Filipinas, Vietnam, India y Egipto a China continental y desde Indonesia a Hong Kong, desde Tailandia a China Continental y desde Egipto a los Emiratos Árabes Unidos.

La demanda de caballitos de mar en los países asiáticos responde a su uso en la medicina ancestral. Según el MAATE, los ejemplares son triturados hasta convertirlos en polvo para preparar remedios. “Aunque se carece de sustento científico, se cree que curan dolencias como el asma o la disfunción eréctil”, indica la respuesta del Ministerio.

El estudio de Project Seahorse, como sugiere el nombre del artículo, se basó en información disponible en línea, por lo que los números recabados solo son “la punta del iceberg”, según publicaciones de la iniciativa en redes sociales.


Las rutas del tráfico ilegal de caballitos de mar. Imagen: Sara J. Foster

La media de caballitos de mar confiscados por año entre 2010 y 2021 fue de 349 000. De manera general, la cifra ascendió con el tiempo. En 2019 hubo mayor número de confiscaciones y más ejemplares confiscados que en todo el periodo analizado. Los científicos estimaron que en los 12 años estudiados, la cifra ascendió a 4.93 millones de individuos.

El valor promedio por caballito de mar fue de cinco dólares y los investigadores calcularon que el total de las incautaciones analizadas en la base de datos equivalía a 21.4 millones de dólares.

Cifras dispersas en Ecuador


En abril de 2025, un operativo interinstitucional dio con 19 caballitos de mar en una casa en Manta. Foto: Fiscalía General del Estado

Los números no son claros en Ecuador. El MAATE dice que en 2023 y 2024 no hubo retenciones de caballitos de mar, mientras que la Policía señala que se encontraron 133 en Quito y 44 en Santa Elena, respectivamente. En 2025, el MAATE registra la retención de 2947 ejemplares y la Policía registra 2970 en Carchi, seis en Guayaquil y 21 en Quito. Ninguna de las dos instituciones incluyó el publicitado hallazgo de 19 caballitos de mar, junto a 16.5 toneladas de aletas de tiburón, en un operativo realizado el 20 de marzo de 2025 en Manabí.

Las 47 especies de caballitos de mar están enlistadas en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). De ellas, una está En Peligro Crítico de extinción, dos están Amenazadas, 14 son Vulnerables, dos están Casi Amenazadas, 14 están catalogadas como Preocupación Menor y 14 constan con información deficiente. El Hippocampus ingens está catalogado como Vulnerable.


En 2021, miembros de la policía ecuatoriana detuvieron en el aeropuerto de Guayaquil a un extranjero que transportaba 213 caballitos de mar. Foto: Policía Nacional

En el proceso de Carchi se identificó a dos presuntos infractores. Sus nombres, que no pueden revelarse porque la investigación está en curso, constaban en las facturas de envío y recepción del paquete. El MAATE reveló que los implicados serían un ecuatoriano y “presuntamente una persona de origen asiático nacionalizada en Ecuador”.

La pesca de caballitos de mar, especialmente la dirigida, es un problema debido a su impacto en las poblaciones silvestres, de acuerdo con información que la Policía Nacional envió a Mongabay Latam. La entidad explicó que su extracción altera el equilibrio ecológico. Estas especies se alimentan de pequeños crustáceos, contribuyendo a regular sus poblaciones y a evitar su proliferación. Además, son indicadores de la salud del ecosistema.

Guerrero cree que hace falta reforzar el control pesquero para proteger a esta especie “icónica”, por su semejanza con los caballos y su cola enroscada y también por su asombrosa biología: en un proceso único en el reino animal, es el macho el que gesta y pare diminutas crías completamente desarrolladas.

Artículo original: https://es.mongabay.com/2025/07/trafico-caballitos-de-mar-cruel-viaje-re...