René Martínez / Fundación Jubileo
Los indicadores económicos muestran un panorama muy complicado, resultado de una crisis que empezó a gestarse desde hace más de una década. Las soluciones no serán inmediatas y la población deberá estar preparada para soportar duras medidas de ajuste que permitan estabilizar la economía, velando por reducir los impactos en los más vulnerables de la sociedad.
En un contexto de carrera electoral, los candidatos a la Presidencia del Estado tienen la responsabilidad de proponer planes realistas y que corrijan los desequilibrios persistentes, con medidas como una reducción del gasto público, incluyendo la subvención a los hidrocarburos; flexibilizar el tipo de cambio; y aplicar políticas para promover al productor nacional, entre otras medidas estructurales.
Los partidos políticos y/o alianzas preparan sus programas de gobierno para la próxima gestión. La opción que gane las elecciones y ejerza el mandato deberá plasmar esas medidas en su Plan de Desarrollo Económico y Social para el siguiente periodo; sin embargo, el país atraviesa por una crisis económica.
Se tiene en frente una situación de inestabilidad económica con un profundo déficit fiscal, escasez de divisas, mayor inflación y otros que, en perspectiva, tienden a agravarse, de modo que se prevé una crisis profunda y de larga duración, que afectaría principalmente a los sectores más pobres.
La estabilidad económica es la condición mínima para tener un nivel de confianza y de certidumbre para emprendimientos e inversiones, y para que los diferentes actores puedan desarrollar sus actividades económicas con oportunidades para generar ingresos y empleo. Consecuentemente, más que un programa de gobierno, como tradicionalmente se plantea, con promesas electorales y propuestas de desarrollo, el momento actual demanda un plan de ajuste que estabilice la economía.
Principales desequilibrios y problemas económicos
Son tres los principales problemas que afronta la economía:
Inicialmente, se tiene un elevado gasto fiscal, profundo y prolongado déficit, y consecuente endeudamiento.
Por otro lado, con un tipo de cambio congelado (con una moneda nacional sobreapreciada) que favorece las importaciones y el fracaso de la política de hidrocarburos, se tiene déficit comercial y consecuente caída de Reservas Internacionales, hasta su agotamiento.
Y, finalmente, no hubo adecuadas políticas para el sector productivo (la apuesta fue solamente para las empresas públicas), por lo que no se ha constituido una economía productiva que involucre procesos de transformación o industrialización y generación de empleo formal.
El Gobierno ha postergado por muchos años la atención de los problemas señalados, contratando mayor endeudamiento y, al parecer, no va a realizar el ajuste, por lo que se tiene en frente una crisis que podría ser de larga duración y muy profunda.
Medidas necesarias, pero antipopulares
Existe la necesidad de corregir los desequilibrios macroeconómicos, como el problema del actual tipo de cambio oficial, con la moneda nacional sobrevaluada, y la subvención a los hidrocarburos; elementos que han distorsionado el sistema de precios. Un plan de ajuste debería contener mínimamente los siguientes elementos:
1. Reducir el gasto (y el déficit fiscal), incluyendo la subvención a los hidrocarburos
2. Ajustar el tipo de cambio
3. Políticas orientadas al sector productivo (giro al modelo) – Constituir o reconstituir un sector exportador
Para salir de la crisis será imprescindible, mas allá de las medidas de ajuste, orientar a la población sobre las expectativas ante este delicado momento en el país, tarea que, en el marco de la responsabilidad, debiera ser incorporado en el debate electoral, en los siguientes términos:
- Debido a las medidas que se vayan a tomar para estabilizar la economía y buscar el inicio de soluciones, la crisis se manifestaría con mayor intensidad, como ser una alta inflación, lo que podría ocasionar un mayor descontento de la población, por lo que es fundamental que la población tenga conocimiento preciso de la magnitud de la complicada situación, información que se ha ocultado por varios años.
- Por otro lado, las medidas que se tomen no resolverán la situación económica de forma inmediata, puesto que están destinadas a enfrentar problemas estructurales que se han ido gestando y agravando durante muchos años. Entre los elementos necesarios para salir de este tipo de crisis se requiere constituir o reconstituir el sector exportador, lo que implica un proceso de mediano plazo hacia delante.
- A mediano plazo, salir de la crisis no implicará un retorno a un nivel de consumo irreal o ficticio. En adelante, habrá que construir un desarrollo que sea sostenible; es decir, sostenido en un aumento de la productividad, no por la venta de la riqueza natural del país. Salir de la crisis no necesariamente implicará un retorno a la situación previa, sino a una situación real.
- Para implementar estas medidas, se necesitará financiamiento externo que permita sostener las políticas de ajuste.
La economía está en una evidente situación de crisis, dejando una potencial debacle económica para los próximos gobiernos, con deudas y obligaciones difíciles de cumplir, problemas que políticamente serán complicados de afrontar. Los diferentes candidatos se enfrentarán a esta situación de plantear propuestas reales y responsables, con la dificultad que significa presentarse a la contienda electoral con malas noticias.