En calidad de aprehendido, el exministro Arturo Murillo ya se encuentra en instalaciones de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) del centro de la ciudad de La Paz, donde se prevé que será puesto ante un juez que decidirá su situación jurídica.

El exministro tiene cuentas pendientes con la justicia por cargos de corrupción, pero también está implicado en los casos Senkata y Sacaba.  

Pasado el mediodía, Murillo llegó en un vuelo de BoA al aeropuerto de El Alto, proveniente desde Santa Cruz. En la madrugada, el mismo arribó a Bolivia deportado desde Estados Unidos.

Como se había anunciado, el exministro fue trasladado hacia instancias policiales de La Paz, en medio de un operativo de seguridad.

Murillo tiene varios procesos en su contra y autoridades judiciales deberán definir su futuro. Por lo pronto, ya tiene sentencias por cumplir privado de libertad.

El Gobierno anticipó que Murillo sería llevado al penal de San Pedro, por las sentencias en su contra, pero la Procuraduría anunció que pedirá conducirlo a Chnchocoro.     

Murillo estaba preso en Estados Unidos y, en Bolivia, enfrenta al menos dos sentencias judiciales, entre otros procesos.

Las sentencias en cuestión corresponden a dos casos: Gases Lacrimógenos, donde Murillo fue condenado a ocho años de prisión por la compra con sobreprecio de material antidisturbios y, asimismo, Gases Ecuador, donde se investigó el ingreso irregular de armamento desde ese país, con una sentencia de cinco años y cuatro meses de prisión.

Además, Murillo enfrenta múltiples denuncias en Bolivia, entre ellas por casos como Senkata y Sacaba, además de otros hechos relacionados con corrupción durante su gestión.

Este retorno ocurre luego de que Murillo fuera detenido en EEUU desde mayo de 2021 por cargos de lavado de dinero proveniente de la corrupción. Cumplió una sentencia en el país norteamericano a mediados de este año y se encontraba en un centro de detención de migrantes hasta que un juez determinó deportarlo.