SOBERANIA ALIMENTARIA

LA POLÍTICA ALIMENTARIA OLVIDÓ A LOS ÁRBOLES

Katherine Fernández

La humanidad ha buscado siempre la manera de tener alimentos más allá de lo que la naturaleza ofrece espontáneamente. En el neolítico  surgió la agricultura como una actividad que empezaba a complejizar la gestión alimentaria, entre otras cosas, para diversificar tanto las fuentes como los productos y en respuesta a amenazas naturales que obligaban a almacenar ya sea para viajes largos, robos, invierno, etc. Durante 4 mil años la agricultura se desenvolvió sin desequilibrar la naturaleza, tanto que si una unidad de cultivo era abandonada, no se perdía el suelo ni su capacidad productiva, otros podían llegar y retormarla.

Las actividades que antecedieron a la agricultura son la caza, la pesca y la recolección. Todavía lo hacemos, pero en el discurso mundial pareciera que solamente la agricultura es la fuente de alimentos y permitimos que el debate del hambre o la desnutrición se concentre en el aumento poblacional como causa, es decir, como somos más no alcanza la comida, cuando en realidad el problema es la pérdida del conocimiento alimentario que llegó a ser todo un patrimonio cultural de la humanidad y que ahora está erosionando al mismo ritmo que la tierra fértil, ambos gracias a la agroindustria y el monocultivo.

Por ejemplo, la Amazonía boliviana significa el 70% de su territorio, con sus respectivas sociedades amazónicas que tienen todavía una gran silvicultura, que por supuesto incluye una gestión alimentaria integral a partir de los árboles. Los cálculos que existen sobre la cantidad de árboles alimentarios hasta ahora son solo aproximados, o sea que hay especies no catalogadas. Entre los árboles más citados están el asaí, majo, almendrillo, castaña, cusi, chonta, motacú, sinini, palmas, chirimoya silvestre, copaiba, palmeras y chocolate. Todos estos dan frutos ricos en nutrición, vitaminas, minerales y energía, pero son apenas una mínima muestra de lo que ofrece la selva. Esta visión amplia no se encuentra plasmada en las políticas de los países amazónicos, no ocupa ni el 5% de la proyección, presupuesto, protección, investigación, legislación, recuperación, preservación, defensa o aprovechamiento para beneficio nacional.

Lo mismo sucede en los bosques subtropicales de zonas montañosas donde hay cítricos, piña, durazno, papaya, plátano, palta, níspero, lugmas, lugmillos, quinoto, mango, cereza, frambuesa más la variedad de moras y trepadoras como el tumbo y la frutilla, que dan mejor fruto en correlación vital con los árboles. En los valles de cabecera baja y llanura hay uva, pera, ciruelo, manzana, pacay, peramota, damasco y el festín continúa hartando nuestras proyecciones alimentarias por otros cuatro mil años mientras exista cada árbol o se repongan las plantaciones perdidas hasta ahora en las distintas formas de colonización territorial con construcciones urbanizantes y aquella específica agricultura que se volvió impertinente tumba bosque.

Un solo árbol puede producir anualmente entre 400 y 1000 unidades alimenticias, por ejemplo la naranja llegó a reportar 173.983 toneladas métricas el año 2012 y el plátano 168.000. Actualmente la castaña es el producto estrella de la selva amazónica boliviana y ha registrado una producción de 24.000  toneladas en 2013, de las cuales el 99% está destinada a la exportación.

Estudios de la FAO indican que los bosques podrían rescatar a la humanidad del hambre, además de los ya conocidos servicios ambientales de los árboles, como regular el curso de los ríos, canalizar agua con sus raíces, producir lluvias y armonizar los vientos para enviar humedad a otras regiones, además de ser hogar para muchas especies de animales.  No es posible que semejante gestor natural de fuentes de vida no tenga políticas suficientes. En la planificación del manejo forestal solamente se registra el aprovechamiento comercial de la madera, lo que tenga que ver con la comida está determinado por precios internacionales que a su vez, originan manejos indiscriminados, tráfico, avasallamientos, explotación laboral, etc. En este sentido la castaña puede dar muchos ejemplos, pero principalmente ha cobrado importancia solo por la elevada cotización internacional, no por planificación gubernamental de toda la cadena productiva y de comercialización.

Por su parte, la ley 337 de enero de 2013, que lleva por título Apoyo a la Producción de Alimentos y Restitución de Bosques, otorga un perdón a los agroindustriales soyeros y ganaderos del oriente boliviano, sobre las multas que acumularon durante 15 años por quema ilegal de bosque amazónico para ampliar frontera agrícola, a cambio de que siembren alimentos, pero al mismo tiempo para sembrarlos, ellos tienen el permiso de seguir tumbando y desboscando. Hasta el momento no se les fiscaliza la restitución de bosque,  ni tampoco se informa al país qué cantidad y sobre todo diversidad han producido dirigida a solucionar la falta de alimentos.

Por otro lado, como en todo el mundo, si bien la parte desgarradora de la agricultura en Bolivia es la agroindustria, también lo es la colonización de zonas de bosque tropical como el Chapare donde un importante sector de campesinos  ha instalado su cultura agraria sin mala intención, pero con resultados lamentables en deforestación. Para enmendar esto que ahora sabemos ha sido un error histórico, es fundamental que el campesinado incursione en la plantación de árboles para revertir el daño al bosque en su integralidad, así como al patrimonio alimentario de recolección natural.

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Resumen del ciclo seguridad y soberanía alimentaria

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01-mayo-2015

Cocinamos el resumen de este ciclo dedicado a Seguridad y Soberanía Alimentaria, pondremos dentro todos los ingredientes en propuestas de cada una de las personas que nos fueron visitando:

- Benecio Quispe Director ejecutivo de la Autoridad de la madre tierra
- Stanislas Guilles Plataforma Achocalla
- Rita Saavedra del Colectivo de Consumidores
- Nila Rojas de la CONAMAC
- Juana Laura APRODAMH
- Jimena Martinez de la Agrupación NATIVA
- David Cortez del Consejo de Jóvenes Indígenas Originarios Interculturales de Bolivia

Temas como nuestro convivir con la tierra y naturaleza, consumos responsables, otras formas de relacionamiento con lo que vamos consumiendo, entre otros que fuimos cocinando.

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Ciclo Seguridad y Soberanía Alimentaria

Búsqueda de respuestas para que a nadie le falte comida

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17-04-2015

Tres expertos en materia de seguridad alimentaria analiza y proponen tareas ciertas para garantizar la soberanía alimentaria en Bolivia.

Nila Rojas, representante del Conamaq Consejo de Ayllus y Markas del Qollasuyu) y Juana Laura, encargada de la Asociación de productores de animales y hortalizas de El Alto, indicaron que existe la necesidad de activar acuerdos estratégicos que permitan atender las necesidades del país.

“La tierra ya no produce, hay cambios climáticos y eso nos afecta. Ya no producimos como nuestros abuelos y estamos consumiendo productos no naturales. Es por eso que debemos unirnos para afrontarlo”, afirmó Rojas.

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La Olla y la seguridad alimentaria

Soberanía y seguridad alimentaria

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10-04-2015

El tema de esta semana es la Soberanía y Seguridad alimentaria, para lo cual nos visita Benecio Quispe Director ejecutivo de la Autoridad de la madre tierra; Stanislas Guilles Plataforma Achocalla, quienes le pondrán la sazón a este preparado colectivo, poniendo aportes y propuestas en torno a tema, asi como nuevos elementos de debate.

NO SE VA UN AÑO SIN DEJAR SU REBROTE EN EL CALENDARIO

Katherine Fernández

ÉL: QUE EL AÑO NUEVO TRAIGA PAZ,
AMOR Y RIQUEZA PARA TODOS.
ELLA: PARA ESO HAY QUE CAMBIAR EL SISTEMA,
NO EL AÑO.

Cumbre de los Pueblos en Lima,
diciembre de 2014

Nada es totalmente nuevo, lo que brota de la tierra siempre tiene la herencia de sus ancestros cargada de lo bueno y lo malo, lo lindo y lo feo. En el caso de la humanidad, que también brota de la tierra, de acuerdo al sistema de modernidad basada en la división del planeta en rebanadas de mercancías que se consumen hasta extinguirse, hemos creado la corriente en contra. A este ritmo: ¿por cuánto tiempo más celebraremos comienzos de calendario, rebrotes y nacimientos?

La tierra y sus frutos nos dan muchas lecciones, conociendo más de cerca a las familias campesinas agricultoras se descubre que muchas de ellas, a pesar de la crisis climática siguen cultivando por amor a la tierra, por tradición ancestral o por apego a su crianza, y si se ven obligados a migrar, donde vayan habilitan aunque sea un rinconcito en el canchón para sembrar unas papas, locotos o flores, entre muro y muro de la urbanización. Estas cosas demuestran que existe una relación epidérmica con la tierra que solamente el asfalto y el cemento llegan a romper ocasionando una profunda herida que luego tiene diferentes secuelas, como por ejemplo la creencia de muchos niños citadinos de que todo sale de las fábricas, incluso los bebés y peor aún, ante tal ocurrencia la sonrisa tierna de sus adultos que piensan que es un problemita que la escuela resolverá. Por eso luego de adornar el árbol de Navidad colgando pelotas, angelitos, moñas, tules, gasas, paquetes forrados, muñequitos, algodones, bastones, brillos, estrellas, letreros, focos azules y cables, los niños piensan que los árboles naturales que ven en la televisión, son decorados por las personas.

Estas son heridas del sistema, aunque queramos negarlo. Por eso cuando llegan fiestas que nos movilizan en ejércitos compradores de regalos, aunque no tengamos apego alguno a las religiones de Jesús de Narazreth con su pan y vino, de María una Madre Virgen, de Herodes y su masacre de niños, de los Reyes Magos y sus regalos caros, de la Sagrada Familia perseguida hasta ahora por los imperios; seguimos pensando en obsequios siempre materiales envueltos en plástico, al punto de envolver el planeta mismo en plástico brillante hasta convertirlo no en un regalo ideal de fin de año, sino en el paquete real de fin del mundo. [1]

Las tarjetas navideñas se han vuelto infértiles, además de que su cartulina está acabando con los bosques, hablan demasiado y no provocan nada. La única esperanza que tenemos es la acción,  abandonemos el plástico y recuperemos la tierra. ¿Cómo lo logramos? Bueno, una manera es aprender de los campesinos a cultivar y criar animales que den abono y aprender también a vivir en la selva, no a temerla. Tener cada persona en la ciudad por lo menos un árbol, aunque vivan en edificios, hay suficientes calles desoladas. Así también, quienes puedan, tener un jardín con verduras y tubérculos, para que al meter la mano en la tierra para sembrar y luego para cosechar, entendamos cómo ella nos da obsequios de colores todo el tiempo, así regeneraremos el calendario y no tendremos que sufrir la pesadilla bíblica del fin del agua en el planeta que está calculado para dentro de pocas décadas . Envolvámonos de nuevo en nieves, ríos, tierra y mares limpios, como un verdadero regalo para todos, no solo para los humanos.

Solo rezando no solucionaremos nada, los milagros salen de las estrategias, Jesús no hacía magia, sus pescados fueron sacados del mar y el milagro fue convencer a la gente que tenían alimento ahí cerca pero había que identificar la causa del problema, era un tipo muy inteligente solo que la historia religiosa quemó las estrategias y confeccionó una Biblia incompleta.

Todo comienzo se debe a las semillas y todo crecimiento a los cuidados, actuemos para poder festejar rebrotes una y otra vez en nuestros calendarios.

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[1] Suena al libro del Apocalípsis de la Biblia, pero es informe científico anual 2014 de las Naciones Unidas.

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Indígenas
El seminario de Tierra tuvo como ejes de debate: la ampliación de la frontera agraria, seguridad y soberanía alimentaria, exclusión social y diferenciación campesina.
Política
“Hay que profundizar la industrialización, garantizar la soberanía alimentaria, hay que seguir luchando contra la corrupción y evitar el narcotráfico, son tareas permanentes”, dijo Saúl Ávalos.
Política
El Órgano Ejecutivo envió a la Asamblea Legislativa 11 proyectos de Ley para que se aprueben hasta el final de gestión, pero ninguna de ellas está referida a garantizar la soberanía alimentaria en el país, criticó el diputado del MAS, Luis Alfaro.
Economía
El delegado presidencial para la Agenda Patriótica, viceministro César Navarro, al asumir el cargo explicó que la seguridad alimentaria con soberanía es posible ya que el territorio nacional cuenta con millones de hectáreas con capacidad productiva.