VIVIR BIEN

Social
Pereira estimó que el estudio se hará entre junio y julio, y que los datos tendrán una representatividad nacional.
Internacional
El Pontífice aseguró hoy que "quien no vive para servir, no sirve para vivir", al encabezar la misa matutina en la Capilla de Santa Marta del Vaticano.
Política
Sostiene que junto a la oligarquía y el agronegocio, el gobierno del MAS (Movimiento Al Socialismo) busca perpetuarse en el poder. “Es muy grave lo que está pasando”.
Indígenas
El evento internacional que reunió durante estos dos días a aproximadamente mil participantes, contó con la participación de organizaciones indígenas y expertos de países como: Brasil, Ecuador, Argentina, Colombia, Paraguay, Perú y Bolivia.
Cultura
“Para salir de ese problema es necesario hacer una transición a la vida de vivir bien. Hay varias ideas, varios conceptos de vivir bien, pero el origen, la intencionalidad del vivir bien era romper con el desarrollo tradicional”, señaló Eduardo Gudynas.

EL VIVIR BIEN Y LA COCA COLA

Patricia Alandia

El 13 de julio de 2012, el Jefe de la Diplomacia del Estado plurinacional, David Choquehuanca, a propósito del festejo del Día del Solsticio de Verano en la Isla del Sol, desconcertó a propios y extraños afirmando que el 21 de diciembre finalizaría la Era de la Coca-Cola: “… vivimos en la macha, vivimos la oscuridad, vivimos el egoísmo, vivimos el individualismo …tiene que ser el fin de la Coca-Cola, es el comienzo del mocochinchi, del willkaparu, es el comienzo de la pacha…".

Obviamente el Canciller, ideólogo de la cosmovisión aimara, se refería a la Coca-Cola como símbolo del capitalismo, al que se contrapone el relato del Gobierno que el 2006 marcó una ruptura con los gobiernos pasados, para inaugurarel denominado “proceso de cambio”. Desde la llegada del MAS a Palacio, Choquehuanca ha sido uno de los pocos que se esforzaron en incluir y explicar, en el discurso oficial, el verdadero significado del Estado plurinacional y de sus fundamentos ideológicos: la descolonización y el vivir bien.

Sin embargo, la misión de Choquehuanca no fue muy exitosa. Sus esporádicas participaciones se redujeron a anécdotas, en las que las explicaciones sobre el sexo de las piedras y las diferencias semánticas entre danzar y bailar o comer y alimentarse solo lograron dar la excusa, a la oposición de derecha, para caricaturizarlo y atizar las representaciones mentales negativas que siglos de colonialismo nos han legado con respecto a los pueblos indígenas, sus lenguas y sus culturas. Por su parte, la endeble convicción del Gobierno con respecto a su propio relato, y las confrontaciones producidas a lo largo del proceso constituyente reinstalaron la falaz antípoda entre las culturas indígenas, asociadas al pasado, y la modernidad, signo de progreso y futuro.

En ese camino, la derecha aprovechó la heterogeneidad de las concepciones manejadas por los representantes del oficialismo, con respecto a la plurinacionalidad, la descolonización y el vivir bien, para cargarlos de connotaciones negativas, impregnadas de una alta dosis de racismo: redujo la plurinacionalidad al mundo indígena, y éste a la ignorancia y al pasado. Además, analogizó indígena a masismo, por lo que la plurinacionalidad se consolidó como el proyecto del MAS.

A partir del segundo mandato de Evo Morales, esos conceptos siguieron un proceso de resignificación, esta vez generada por el mismo Gobierno. Para este efecto, en primer lugar, el significante Evo Morales se vació de su significado anterior (‘cocalero’, ‘indígena’, ‘sindicalista’) para significar ‘pueblo’, ‘antiimperialismo’ y ‘redentor’, y, en consecuencia, ‘proceso de cambio’. Resultado de ello, estar en contra de las políticas implementadas por Evo Morales supone estar en contra del proceso de cambio, y, por lo tanto, a favor de la derecha, del neoliberalismo y del Imperio.
Como Evo Morales ha pasado a encarnar el proceso de cambio, la descolonización y el vivir bien dejaron de funcionar como los fundamentos ideológicos en el discurso gubernamental, porque, además, a partir del conflicto del Tipnis, perdieron legitimidad, y, debido a ello, su fuerza retórica. Asimismo, el tiempo ha demostrado que Evo Morales no cree en la descolonización ni en el vivir bien, que representan la construcción de una alternativa civilizatoria donde las distintas culturas y concepciones de vida tengan posibilidad de subsistir y desarrollarse dentro de sus propias lógicas,para dialogar en igualdad de condiciones con la occidental. Por ello, no es casual que estos términos estén siendo desplazados, paulatinamente, por desarrollo, modernidad y progreso.

Prueba de lo anterior es que cada que Evo Morales pone un pie en el Tipnis,  la vida indígena que, desde su filtro desarrollista huele a extrema pobreza, lo sobrecoge; no entiende cómo pueden habitar viviendas sin ladrillos, ni calaminas, ni antenas de TV.Tampoco entiende que se sigan dedicando a la caza y la pesca, por lo que, en una de sus visitas, se sintió en la obligación de censurar esas prácticas y aconsejar la adopción de otros medios más civilizados de producción.

Pese a los ornamentos indígenas, gran parte del discurso de Morales está acompañando la perpetración de uno de los procesos colonizadores más eficaces en su resultado aculturizador. Tal como la mirada de los religiosos españoles en la Colonia finalmente consiguió que los indígenas se avergonzaran de su desnudez, la mirada del Gobierno se esfuerza en avergonzar a los indígenas de su desnudez de objetos, de ambición material, de cemento y fierros.
En esa lógica, ya sea por el chantaje o por el prebendalismo, muchos dirigentes indígenas afines al MAS se han visto en la penosa situación de respaldar las decisiones de Morales, aunque estas entren en profunda contradicción con su cosmovisión  y sus reivindicaciones. Un ejemplo es la defensa que tuvieron que hacer del rally Dakar, una de las expresiones más representativas del neocolonialismo capitalista, financiado por transnacionales, muchas depredadoras de la Madre Tierra. Siguiendo el libreto oficial, lo incluyeron entre sus banderas de recuperación de la dignidad, del orgullo nacional y de la autoestima boliviana pisoteada, porque estos eventos internacionales, como Quintana cree, son necesarios para cambiar nuestra triste condición de “ciudadanos de tercera categoría”.

Tanta contradicción con el discurso pachamamista e indigenista inicial le ha obligado al Gobierno a un proceso de resemantización, muy característica de los discursos políticos, la cual consiste en la recomposición de discursos pasados o de otras ideologías, a los que se les inyecta significados nuevos. El rally Dakar, el satélite, las carreteras, los aviones y autos de lujo, las concesiones de áreas protegidas a la explotación transnacional se han vaciado de sus significados ligados al capitalismo, al relato neoliberal y de la globalización, y se están utilizando como expresiones de soberanía, orgullo y dignidad. Desde esta lógica, las transnacionales que trajo Gonzalo Sánchez de Lozada eran malas porque fueron impuestas por el Imperio; las que trae Evo son buenas porque él, símbolo del antiimperialismo, tomó la decisión.

Real y metafóricamente, para desconcierto de Coquehuanca, la Era de la Coca-Cola está plenamente vigente, tanto que llegó en avión a traerle una de las más grandes alegrías a nuestro Presidente. Las políticas neoliberales ahora son revolucionarias, y subirnos al carro del capitalismo, con su consumismo, su depredación y todo, es un acto de dignidad y soberanía, porque el pasado ha sido reemplazado por las pretensiones primer mundistas, y Túpac Katari se ha convertido en satélite. 

¿Y todavía los indígenas y campesinos afines al MAS siguen creyendo que el enemigo es la Embajada de EEUU?

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¿VIVIR BIEN EN CIUDADES?

Limbert Cabrera/Juan E. Cabrera

Los datos del Censo 2012 han mostrado que cerca de 70% de la población boliviana vive en centros urbanos, evidenciándose así un notable cambio en la estructura poblacional del país en tan solo 20 años.Hoy la mayoría de los bolivianos vivimos en ciudades de diferente tamaño

El vertiginoso crecimiento de los centros urbanos ha determinado que cada uno de estos espacios genere un conjunto complejo de problemas más o menos similares: servicios básicos inexistentes o deficientes, insuficiente equipamiento de salud y educación, inseguridad, transporte y vialidad ineficiente, inadecuado tratamiento de desechos y distintas formas de contaminación, deforestación y pérdida continua de áreas verdes; además de muchos otros problemas originados en la interrelación humana.

Esto no es ninguna novedad, es una realidad que todos vemos a diario. Pero precisamente por ello llama la atención que las problemáticas urbanas no formen parte de la agenda del gobierno nacional. El informe presidencial del pasado 22 de enero presentó avances en diferentes ámbitos, peroen ninguno de los puntos se sugirió siquiera el impulso de políticas referidas al desarrollo de las ciudades.

Quizá ahora esté pensando que esa es competencia de los gobiernos municipales y en menor medida departamentales. En efecto, el ámbito operativo es de competencia municipal, pero es necesario el establecimiento de criterios generales de gestión desde el nivel central, además de que el nivel central interviene de forma permanente en los municipios del país.

El presidente ha anunciado la construcción de bloques de vivienda de interés social, unidades educativas, hospitales, centros deportivos, continuidad del programa Mi Agua y conclusión del teleférico en entre La Paz y El Alto. Todas estas intervenciones se realizan sin contar con una visión de lo que debiera ser el desarrollo de las ciudades y modifican las dinámicas lógicas de actividad de acción de las ciudades1.

Ante la ausencia de incentivos, presiones o condiciones, muy pocos alcaldes están intentando organizar los espacios municipales y, lamentablemente, la mayoría avala y formaliza el desorden territorial. En este contexto las ciudades tienden a convertirse en los espacios de informalidad, de edificación espontánea  y de materialización de la visión cementista del gobierno nacional.

Los problemas urbanos no son exclusivos del país, muchas ciudades latinoamericanas atraviesan por dificultades similares, la diferencia estriba en que otros gobiernos sí están tomando cartas en el asunto; Brasil posee en Ministerio de las Ciudades, Colombia un Ministerio de Vivienda, Ciudades y Territorio, Chile Discute la creación de su Ministerio de Ciudades, mientras que Bolivia reduce cada día más la instancias encargadas de la temática. Hasta el año 2009 existía un Viceministerio de Planificación Territorial dependiente del Ministerio de Planificación, esta instancia es hoy es una Dirección de limitada capacidad operativa, más o menos lo mismo ocurre con la Dirección de Urbanismo del Ministerio de Obras Públicas. Por otro lado, las guías de planificación territorial y manuales de planificación urbana aún vigentes fueron elaborados hace aproximadamente veinte años y responden a una visión de segregación socio espacial, no están adecuadas a la visión de construcción del Estado Plurinacional.

El Plan Nacional de Desarrollo (como la CPE), plantea el “Vivir Bien” como el fundamento deldesarrollo nacional, apuntando que se trata de un enfoque “propio de las culturas originarias e indígenas de Bolivia” sustentado en una visión cosmocéntrica que supera los contenidos etnocéntricos tradicionales del desarrollo. Hasta la actualidad no se ha planteado la manera en que debe operarse el paradigma del Vivir Bien en las ciudades ¿cómo proyectar? ¿Cómo aplicar los principios? ¿Cómo gestionar?

La agenda patriótica 2025 no da muchas luces al respecto, se hace referencia a infraestructura de las ciudades, pero la proyección se limita a eso,sin un enfoque integral sobre los espacios urbanos. Creemos que este es un tema urgente.

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[1] En varios casos lasactuales canchas con césped sintético eran espacio público, ahora son espacios privatizados a los que solo se ingresa mediante pago.

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Cultura
Pobladores de 20 comunidades de los municipios de Puerto Acosta y Puerto Carabuco del Departamento de La Paz, compartirán los resultados e impactos de los proyectos implementados en el marco del Programa Nacional de Biocultura del Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA), con apoyo de la Cooperación Suiza en Bolivia, durante una feria que tendrá lugar este viernes 30 de agosto, en la Plaza Bicentenario de la ciudad de La Paz.
Cultura
El belga naturalizado boliviano Marc Nestor Adrien Devisscher con experiencia en trabajos de las ONG explicará sobre el rol de las mismas en el período de 2001 hasta la actualidad.
Cultura
“La existencia de un mayor porcentaje de superficie de cemento en las plazas se debe a que las gestiones anteriores que han proyectado así las plazas y áreas verdes. Entonces han sido más proyectista en lo que es el cemento”, dijo Limber Calderón.

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