EN LA PAZ
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Fallece Elvia Moya, periodista de servicio social y voz de los sectores vulnerables

Elivia Moya, periodista. Foto/tomada de Internet

En las últimas horas falleció la destacada periodista Elvia Moya, quien llegó a Bolivia desde su natal Santiago de Chile en 1979, durante la dictadura, y se afincó en la ciudad de La Paz, donde dejó una profunda huella en el periodismo radial y televisivo boliviano.

“Viví periodismo, respiré periodismo, comí periodismo y soñé periodismo. Escogí bien mi carrera y la volvería a escoger porque el periodismo es mi vida, y vivir es periodismo”, expresó con emoción al recibir una distinción al Mérito Profesional en Periodismo otorgada en junio 2024 por la Unifranz en La Paz. Su frase resume con claridad la pasión que marcó su vida y su vocación de servicio.

Desde sus inicios, Moya no se limitó a reportar los hechos del día, sino que dirigió su mirada hacia los sectores más vulnerables de la sociedad. En ellos encontró las historias que pocos veían, desarrollando un periodismo comprometido con causas sociales y generando campañas de solidaridad que cambiaron vidas. Su sensibilidad humana fue su principal herramienta, y su enfoque de servicio trascendió formatos y géneros periodísticos.

Sus colegas la recuerdan como un ejemplo de honestidad profesional, empatía y respeto. Aunque su labor implicaba buscar contraparte y contrastar versiones, siempre lo hizo con educación, inteligencia y una notable habilidad para abrir fuentes, incluso en los contextos más difíciles. Fue una reportera de calle por excelencia, convencida de que ahí estaba el verdadero pulso de la noticia.

Elvia Moya inició su trayectoria como reportera en el diario El Diario y en la agencia ANF. Luego pasó a Radio Nueva América bajo la dirección de Raúl Salmón, donde destacó por su agudo olfato periodístico. Más adelante, incursionó en la televisión a través de Canal 7 y otros medios como ATB y, desde 2001, en Telesistema Boliviano, hoy Unitel, su última casa profesional. Allí dejó una huella imborrable y un legado de respeto, compañerismo y compromiso que sus colegas y camarógrafos atestiguan hasta hoy.

“Las calles son escenarios de la actividad ciudadana y, por tanto, terrenos donde se desarrollan las noticias. Encontré en ellas el pulso de la vida: los problemas, angustias y penurias; así como dramas, alegrías y felicidades de hombres y mujeres que son protagonistas de la información”, afirmó en una de sus últimas reflexiones sobre el oficio.

Tras su retiro de los medios, Elvia optó por la discreción. No hizo alarde de su trayectoria, manteniéndose como una reserva moral del periodismo boliviano. En los últimos días, familiares, colegas y amigos impulsaron una campaña solidaria para apoyar su tratamiento médico de emergencia en La Paz, debido a una enfermedad renal agravada por la diabetes.

Elvia Moya partió como muchos periodistas que entregaron su vida al servicio de la gente. Su integridad profesional, su compromiso con los más necesitados y su forma de entender el periodismo como un acto de empatía y responsabilidad social dejaron una marca profunda. En su recta final, recibió el cariño de quienes supieron valorar su entrega y su legado, que hoy queda grabado en la memoria del periodismo nacional. //CC