Finalistas de la First Global Bolivia enfrentarán un reto mayor: proteger la biodiversidad con robots

Iván Ramos - Periodismo que Cuenta
Sucre se convierte en la capital de la innovación educativa este jueves y viernes, cuando reciba en la Villa Bolivariana a los equipos finalistas del torneo nacional de robótica First Global Bolivia 2025. Este año, el desafío va más allá del ingenio mecánico: los robots deberán demostrar cómo se puede proteger la biodiversidad.
El campo de juego se transforma en una representación simbólica de los ecosistemas del país. Los equipos competirán en un tablero dividido por zonas que simulan torres ecológicas (ecosistemas), barreras (pelotas blancas), mitigadores (depósitos), un acelerador (volante rojo), dispensadores de biodiversidad y una zona regional inicial para cada alianza, además de una plataforma final donde los robots deberán colgarse, demostrando equilibrio y precisión.
A diferencia de gestas anteriores, cuando los robots transportaban pequeñas esferas, el reto 2025 exige mover balones del tamaño de futsal, lo que demanda mayor potencia, precisión y coordinación entre hardware, software y estrategia de equipo.
En total, más de 300 equipos participaron en la fase clasificatoria en los nueve departamentos del país. Niños, niñas y adolescentes se formaron en tecnología, trabajo en equipo y conciencia ambiental. Solo unos pocos lograron llegar a esta etapa final, listos para representar no solo a sus regiones, sino a un país que apuesta por la robótica como motor de cambio y educación.
Los ganadores de esta final nacional integrarán el equipo Bolivia que representará al país en la competencia mundial First Global Challenge 2025, que se celebrará del 29 de octubre al 1 de noviembre en Panamá. Allí, los jóvenes bolivianos compartirán escenario con delegaciones de más de 190 países.