Analista advierte que Lara está en campaña para desgastar a Paz, mirando la Presidencia
El analista político Luis Alberto Ruiz advirtió que el vicepresidente Edmand Lara impulsa una estrategia destinada a desgastar la imagen del presidente Rodrigo Paz para proyectarse como una alternativa electoral a corto plazo. Señaló que resulta “triste que un gobierno tan joven se vea tan viejo y desgastado por escándalos internos en menos de un mes”.
Ruiz afirmó que el binomio Paz–Lara terminó siendo una “combinación explosiva” y alertó que, si el mandatario no logra contrapesar la fuerza comunicacional y movilizadora del vicepresidente —tanto en redes sociales como en las calles—, su caída “puede ser inminente”.
Recordó que la destitución del ministro de Justicia, junto a las denuncias y contradenuncias internas, “ha logrado envejecer al gobierno”, pues Lara ha conseguido instalar la idea de un presidente que “miente” y no combate la corrupción, generando acusaciones “más graves” no desde la oposición, sino desde “el mismo seno gubernamental”.
“El vicepresidente tiene la ruta absolutamente clara: es la Presidencia”, sostuvo el analista. A su juicio, Lara está aprendiendo a manejar masas y el capital político desde la Vicepresidencia, bajo la premisa de que, si el presidente no cumple las promesas electorales, él pedirá al pueblo que lo remueva y se presentará como quien sí las cumplirá “cuando sea presidente”.
Aunque reconoció el liderazgo de Rodrigo Paz y su decisión de desmantelar estructuras heredadas del MAS, Ruiz advirtió que tampoco puede ignorarse la capacidad de movilización y desestabilización de Lara.
Dijo que esta situación podría derivar en una eventual censura del vicepresidente por parte de la Asamblea o, en un escenario más crítico, en manifestaciones sociales impulsadas desde la propia Vicepresidencia que presionen la renuncia del mandatario.
Ruiz observó, además, que Paz enfrenta problemas por el perfil del equipo que está nombrando en el aparato estatal, repitiendo —según dijo— errores del gobierno de Jeanine Añez al excluir a sectores populares del gabinete.
“No hay rostro social en el gobierno”, afirmó y advirtió que esta marginación podría generar un resentimiento político, muy similar al ocurrido en la época de Sánchez de Lozada, cuando los cargos estaban concentrados en “nombres y familias conocidas”.
En ese contexto señaló que la presencia de Samuel Doria Medina, como socio político del gobierno se ha convertido en una “relación tóxica” para el presidente.
Según Ruiz, el presidente Paz debería “liberarse” de esa influencia, porque le está “haciendo bastante daño en tan poco tiempo” al incorporar a figuras cuestionadas. Entre ellas mencionó a Wilson Santamaría, excolaborador cercano de Arturo Murillo, “el ministro más corrupto del gobierno de Jeanine Añez”, señaló.
