DEL 22 AL 24 DE JUNIO
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Prohíben fogatas y fuegos artificiales por San Juan para evitar daños ambientales y a la salud

Imagen ilustrativa tomada de internet

El Gobierno boliviano, a través del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, prohibió el encendido de fogatas, la quema de materiales contaminantes y el uso de juegos pirotécnicos durante la festividad de San Juan, que se celebra tradicionalmente la noche del 23 de junio.

La medida, en vigor del 22 al 24 de junio, busca frenar el impacto ambiental y sanitario que provoca esta costumbre en varias regiones del país.

La resolución ministerial emitida advierte que está terminantemente prohibida la quema de plásticos, llantas, aceites y otros residuos sólidos, así como la tala de especies nativas en peligro. También se prohíbe cualquier tipo de fuego artificial o petardo, sin excepción.

El ministro Álvaro Ruiz explicó que esta decisión responde a la necesidad urgente de preservar los ecosistemas y proteger la salud pública. “No podemos permitir que una tradición, por muy arraigada que esté, destruya nuestra Madre Tierra y ponga en riesgo vidas humanas. Una chispa puede causar incendios incontrolables, como los que cada año arrasan cientos de hectáreas de bosque”, advirtió.

El impacto ambiental de San Juan es significativo en Bolivia. Datos del Ministerio reflejan que solo en 2023, los niveles de contaminación por material particulado fino (PM2.5) se triplicaron en ciudades como La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz durante la noche de San Juan. Estas partículas, producto de la combustión de materiales, agravan enfermedades respiratorias y cardiovasculares, afectando sobre todo a niños, personas mayores y pacientes con afecciones crónicas.

Organizaciones ambientalistas respaldan la medida y recuerdan que la festividad, originalmente celebrada con fuego para “espantar el frío”, puede resignificarse en prácticas más sostenibles, sin humo ni residuos tóxicos. En lugar de fogatas, proponen encuentros familiares sin contaminación, juegos de luces no contaminantes o actividades que refuercen la conciencia ecológica.

La población que infrinja la prohibición se expone a sanciones que pueden incluir multas o acciones penales en caso de provocar incendios forestales. El Ministerio ha instruido a municipios y gobernaciones a realizar controles rigurosos en zonas urbanas y rurales.