Al Punto

Diógenes "Limón" Lara, futbolista y héroe de guerra

Diego Rojas Castro

Entre los hijos insignes que ha tenido el departamento de Cochabamba,es necesario recordar al abogado Diógenes Lara y su vida con facetas tales como héroe de la Guerra del Chaco y jugador de fútbol de talla mundial.

 

Fue el menor de tres hermanos. El mayor fue el escritor mueleño Jesús Lara, seguido de Leónidas, mejor conocido como León. Según la partida de su bautismo, nació en Muela (hoy Villa Rivero) el 8 de abril de 1903. Se casó con Enriqueta López, con la cual tuvo siete hijos: Mario, Rubén, Edgar, Haydee, Maritza, Ritay Elsy Lara López.

 

Estudió la carrera de Derecho. En lo deportivo, se destacó con creces como jugador de fútbol, cuyas dotes lo llevaron a la primera Copa Mundial de Fútbol que se desarrolló en Uruguay en julio de 1930, donde hizo su aparición en dos partidos como mediocampista. Bolivia recibió su derecho a participar mediante una invitación cursada por el comité organizador uruguayo, donde el equipo boliviano lució una camiseta blanca y cada jugador tenía una letra en el pecho, que al formarse en un determinado orden decía VIVA URUGUAY.

 

En la Guerra del Chaco, "Limón" Lara, en su condición de reservista del año 1923, se presentó como combatiente el 20 de septiembre de 1932 en Cochabamba, justo en los días en que se llevaba a cabo la Batalla de Boquerón. Se enlistó voluntariamente y por fervor patriótico. Fue ascendido a subteniente de Reserva el 2 de febrero de 1933 y movilizado al Chaco el 18 del mismo mes, e incorporado al "Primer grupo de morteros".

 

Como efectivo en el Regimiento Colorados 41 de Infantería participó en las acciones de Bullo, en el segundo ataque a Nanawa, Quintana, Conchitas, Segundo Condado, Ballivián, Beatriz, Celina, Carosi, Capirenda, Lapacho, Defensa de Villa Montes, Laguna Camatindi, Itiyuru, Cumbaruti, Mandeyapecua, Defensa de Boyuibe, con un tiempo de permanencia de 30 meses en la zona de operaciones, de un total de casi 37 meses que duró la guerra a nivel militar.

 

La Batalla de Conchitas, también conocida como "Batalla de las Cien Horas", fue librada exclusivamente por el Regimiento 41, con dos morteros del subteniente Diógenes Lara y cuatro cañones del famoso capitán Seleme. Después del rechazo al enemigo, el regimiento se había replegado por orden del Comando Superior, y la compañía Violeta había sido la última en abandonar las posiciones. El subteniente Diógenes Lara había disparado hasta que saliera el último soldado de Violeta e inmediatamente arrancó en un camión que esperaba con el motor encendido. Las piezas del subteniente Lara, en aquella acción, habían tirado durante cien horas consecutivas, sin ningún descanso.

 

El 6 de febrero de 1935 fue ascendido al grado de teniente de reserva, e igual que antes, tuvo descollante actuación a la cabeza de la batería "Grupo 7 Morteros". Recibió la Orden de Mérito Militar de "Caballero", una Medalla de Guerra y la "Cruz de Bronce".

 

En la postguerra se desempeñó como profesor de educación física en el colegio Bolívar de Cochabamba. Falleció el año 1971, a los 67 - 68 años. Diógenes Lara, un cochabambino que sobresalió en distintas facetas de la vida como héroe de guerra del Chaco y jugador de fútbol de talla mundial. Por todos estos méritos, merece tener un sitial en el sector de Notables del Cementerio General, cerca de su hermano Jesús y su hijo Mario Lara. Incluso, hay un espacio que parece esperándolo en ese sitio de Notables, al frente mismo de la tumba de su hermano Jesús. Veamos si se hace justicia histórica.

 

 

El autor es investigador histórico.

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¿El BitCoin está en una burbuja económica?

Diego Rojas Castro

La gente quiere tener y hacer más dinero. Y pareciera que lo puede lograr con la moneda digital BitCoin. Mientras un dólar equivale a menos de siete bolivianos, una sola moneda digital BitCoin puede llegar a superar los siete mil dólares. Eso sucedió por primera vez en su historia, tras septuplicar su valor desde que comenzó el año, y actualmente es la “criptomoneda nodriza”. A medida que esta criptomoneda alcanza nuevos máximos en niveles dramáticamente aumentados de volatilidad, cada vez más gente se pregunta si es una buena idea hacer inversiones en criptomonedas o si ahora es el tiempo de alejarse antes de que pierda valor. La mayor parte del debate se centra en si Bitcoin está en una burbuja, o si es viable como una inversión a largo plazo.

 

El 6 de mayo de 2014, el Banco Central de Bolivia (BCB) emitió la resolución 044/2014 que prohíbe el uso de monedas no emitidas o reguladas por los Estados, entre las que figuran el BitCoin y otras criptomonedas. De esta manera, Bolivia se convirtió en el primer Estado del continente en institucionalizar la ilegalidad de las monedas virtuales en el ámbito del sistema de pagos nacional, pero eso no impide comprar BitCoins (o porciones de una unidad) y tenerlos en el ordenador en espera de que suban su precio para revenderlos.

 

El mes pasado, se supo que una familia neerlandesa llegó al extremo de vender todas sus propiedades, incluidos los juguetes de sus tres hijas, para invertir todo su dinero en la moneda virtual y apostar por una vida minimalista, mientras observan cómo, según ellos, aumenta su capital. “Apostamos por esta idea con un doble objetivo. El más importante es llevar una vida simple, en la que nuestra felicidad no dependa de cosas materiales. Mientras tanto, invertimos nuestro dinero en BitCoins y esperamos a que se multiplique”, explicó el padre de familia, Didi Taihuttu.

 

¿Será una sabia decisión? El multimillonario y genio inversionista norteamericano Warren Buffett dio hace poco su opinión sobre las criptomonedas en general y el BitCoin en particular, y cree que acabarán mal: "No se puede valorar Bitcoin porque no es un activo que produzca valor." Reconoce que no sabe hasta dónde llegará el precio del Bitcoin, pero lo describió como una burbuja real.

 

Una burbuja económica es un fenómeno que se produce en los mercados, en buena parte debido a la especulación, que se caracteriza por una subida anormal y prolongada del precio de un activo o producto, de forma que dicho precio se aleja cada vez más del valor real o intrínseco del producto.

 

Las palabras de Buffett llegan en un momento en el que otros que pronunciaron la palabra "burbuja" se han acabado retractando e incluso entrando en el mercado de las criptomonedas, pero un hombre con la experiencia y recorrido que tiene Buffett, de 87 años de edad que ya ha visto y estudiado otras muchas burbujas, reconoce el mismo patrón con el Bitcoin.

De hecho, cada vez que alguien habla de burbuja, y el precio del BitCoin se vuelve a disparar, es cuando algunas personas atacan al que pronunció las temidas palabras, pero es que precisamente en eso consisten las burbujas. Es sabido que éstas estallan cuando la gente está más confiada, cuando comienzan a entrar las personas que tardaron en subirse al carro del aumento de precios. Solo el tiempo dirá si el BitCoin está en burbuja económica o no, dejando a su paso a gente ya sea nadando en dinero o en la ruina.

 

El autor es ingeniero y docente universitario.

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La erotización de la infancia en las redes sociales

Diego Rojas Castro

Los niños de hoy en día viven inmersos en un mundo lleno de referencias sexuales, y no en pocas ocasiones son los propios padres quienes fomentan o permiten el acceso a estos estereotipos. Esta tendencia actúa en contra de los derechos de los menores.

 

La etapa de la infancia tiene hoy en día una duración menor a la que corresponde a este periodo. Y las preocupaciones de los menores se asemejan más a la de los adolescentes. La transición de la infancia a la adolescencia es más acelerada. Y la preadolescencia, una etapa de cambios que si bien existía antes, no se hacía tan evidente como ahora.

Las principales perjudicadas de esta tendencia son las niñas. La erotización de la infancia implica que las niñas representen roles y manifiesten conductas inapropiadas como reflejo de su introducción precoz en algo tan característico de la adultez como es la sexualidad.

Por ejemplo, si el lector tiene hijas prepúberes o púberes y les ha permitido abrir una cuenta en redes sociales, podrá fácilmente ver cómo ellas o sus amiguitas cuelgan fotos en bikini, con prendas ajustadas y en actitudes poco apropiadas para su edad. Las hay que, en piscinas y saunas, visten con atuendos de adultas.

Copian a las influencers, jóvenes, que en sus perfiles de Instagram o vídeos de YouTube son seguidas por miles de internautas posando en actitudes provocativas. Solo que mientras estas blogueras son casi siempre mayores de edad, sus seguidoras e imitadoras están aún en la preadolescencia y lejos de los 16 años, edad mínima recomendada para tener cuenta en redes sociales.

El bombardeo erotizador es constante y proviene de muchos frentes. Incluso los padres y familiares contribuyen con su actitud y con hechos aparentemente inofensivos, como vestir a las niñas de mayores o promover que se maquillen o se pongan tacones de manera habitual, además de poner comentarios o “likes” en redes sociales alabando las fotografías inapropiadas para la edad de las niñas.

Es responsabilidad de todos evitar que los niños sean adultos antes de lo debido. Hay aspectos en los que se pueden incidir para evitar la sexualización precoz de sus hijas, como procurar estar al tanto de las revistas que leen, los programas que ven, la música que oyen y las páginas que visitan.

Porque, no olvidemos: miles de pedófilos están fisgoneando a las pequeñas. Ellas exhiben su nombre, su colegio, sus datos, su entorno. Demasiado peligroso.

El autor es ingeniero perito en informática forense.

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Amenazas y acoso desde “número privado”

Diego Rojas Castro

A nadie le gusta recibir llamadas desde un número privado, y mientras el móvil vibra con insistencia, “seguro es para molestar”, piensa uno. ¿Pero, y si no lo fuera? ¿Si de verdad fuera urgente? ¿O, cuando menos, interesará responder? Es común que para realizar amenazas o acoso, el o los victimarios realicen llamadas a la víctima aprovechando que se puede hacerlas desde un número oculto o privado, protegidos desde un aparente anonimato.

 

Lo normal es que al recibir una llamada a nuestro teléfono móvil, se pueda ver en la pantalla el número de la línea móvil que está realizando la llamada. Sin embargo, hay métodos para conseguir que, cuando llegue la llamada, en la pantalla del destinatario no aparezcan los dígitos de la línea desde donde se origina la comunicación, sino sencillamente “Número oculto” o “Número privado”. De esta forma, se puede ocultar el identificador en una o todas las llamadas que se realicen, cosa que puede ser utilizada por una persona de mala fe.

 

El primer método sirve únicamente para cada llamada. Es un pequeño truco que se tiene que utilizar en todas y cada una de las llamadas que se realicen desde número privado, y no representa un cambio permanente sobre el identificador de la línea. Se activa a través de un código que se ingresa en el teclado de marcación del dispositivo, justo antes de hacer la llamada en cuestión. Se debe marcar el prefijo “#31#” y, a continuación, el número del destinatario.

 

Con el segundo método, se puede activar el “número oculto” para todas las llamadas. Es decir, aplicar una configuración para que todas y cada una de las llamadas que se realicen, independientemente del destinatario, nunca muestren los dígitos en la pantalla de quien recibe la llamada. De esta forma, no es necesario ingresar ningún prefijo en cada llamada, pues se pueden seguir haciendo de manera normal pero ocultando el número de origen. Por ejemplo, en iOS se accederá a “Ajustes”, “Teléfono”, “Mostrar ID de llamada” y se desmarcará la opción. En Android, la ruta depende del dispositivo y la versión de software.

 

Sin embargo, el hecho de que no se muestre el número de origen en la pantalla del destinatario no implica que el origen de la llamada y su autor no se puedan averiguar y rastrear. Si bien esta información no se despliega en el teléfono receptor, sí que se almacena en los registros de la operadora de telefonía del usuario que recibe las llamadas.

 

Dependiendo de la gravedad y periodicidad de las llamadas que reciba la víctima, mediante un requerimiento fiscal, se podría acceder al detalle de llamadas recibidas por el teléfono receptor, que por supuesto registra a los que hasta ese momento eran ‘números ocultos’. Ya con el detalle de cada uno de esos números, mediante otro requerimiento fiscal a las operadoras de telefonía de cada uno de estos, se podría conocer el nombre del autor e incluso la dirección de su domicilio para proseguir con procesos legales, si corresponden.

 

Alguien que quiera asegurar su anonimato al realizar este tipo de llamadas podría hacerlo desde una línea de telefonía móvil nueva, que aún no esté registrada; aun así el dispositivo podría tener registro. Aún en caso de llamar desde un dispositivo sin registro, bajo la premisa de que “no existe crimen perfecto” y con  una minuciosa investigación de un perito informático sobre registros obtenidos bajo requerimiento fiscal, tarde o temprano se podría dar con la autoría de las llamadas que amenazan y acosan a través de un “número privado”.

 

 

El autor es perito en informática forense

 

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Ángel Bavía y la Batalla de los Criptógrafos

Diego Rojas Castro

El Tte. Cnel. Ángel Custodio Bavía Imaña, junto con Méndez Arcos, Castrillo, Ustariz, los hermanos Manchego, Ruiz, Andrade, Pabón y muchos más, conforman la constelación resplandeciente de aquellos varones que honran a su patria y que supieron cumplir con su deber en los momentos más difíciles para Bolivia, pues ofrendó la vida misma antes que levantar las manos frente al enemigo en señal de rendición.

 

En la Guerra del Chaco Ángel Bavía fue un actor de primera línea en las filas de Kilómetro 7, ocupando el puesto de Comandante del Regimiento “Chacaltaya”. Una de las auténticas glorias de aquella desdichada contienda donde 730 voluntarios salvaron heroicamente al país de ser derrotado prácticamente al inicio del conflicto bélico, deteniendo el contundente avance de 3.000 efectivos paraguayos.

 

Posteriormente, se hizo cargo del Regimiento “Montes” 18 de Infantería con asiento en “Cañada Tarija”. Fue en los primeros días de marzo de 1.934 que el servicio de informaciones por medios técnicos paraguayos y capacitado en noviembre de 1.933 por expertos criptógrafos argentinos,  pudo determinar la clave usada por la unidad boliviana del frente de Cañada Tarija en sus comunicaciones con el Comando de Carandaiti al mando del Cnel. Peña, lo que les hizo conocer la acumulación de tropas bolivianas en el frente de Carandaiti y que decidió al general Estigarribia a realizar una operación en ese sector. 

 

El día 15 de marzo el enemigo supo por despacho descifrado, que en los días anteriores (13 y 14) los bolivianos habíamos lanzado dos patrullas de un oficial y seis hombres, una desde el kilómetro 64 del camino Picuiba – Camacho, con dirección sur, y otra desde el kilómetro 30 con dirección sur-oeste, avanzando de 6 a 7 kilómetros por día. De inmediato, el comando paraguayo ordenó vigilar el movimiento de estas patrullas.

 

En sus Memorias de Guerra, al referirse a estos acontecimientos militares, dice el general Estigarribia: "Desde el día 15 quedó también concretada la información de que el enemigo construía un camino que, partiendo de Garrapatal, se dirigía primero hacia el noroeste y luego, en línea recta, hacia el sur, sin duda, con la intención de interceptar la senda de nuestro Segundo Cuerpo hacia Cururendá. Para el día 17 esta noticia se confirmaba plenamente".

 

Durante todo ese mes, Bavía se dedicó a cumplir a cabalidad la orden de la construcción del camino informando constantemente mediante radiotelegramas al Cnel. Peña, los cuales eran interceptados por los paraguayos y descifrados en el acto. Al estar al tanto de todos los planes y movimientos de Bavía, esto les permitió hacer un cerco a las tropas bolivianas, por lo que también se conoce esta batalla como “Batalla de los Criptógrafos”.

 

Cayeron prisioneros 8 oficiales y 1.200 clases y soldados, con  las armas, materiales y aprovisionamiento de la unidad. Bavía no podía prestarse a semejante humillación y cuando vio que su bravo Regimiento se perdía irremediablemente, en actitud muy digna de él, antes de ver ultrajado su glorioso uniforme o mancillada su dignidad de boliviano, extrajo su revólver y se disparó un tiro en la sien quitándose la vida ese 28 de marzo de 1934, en plena línea de fuego, dejándonos como herencia imperecedera una lección de serena dignidad, elevado patriotismo y sublime civismo.

 

Bavía sirvió a Bolivia con lealtad y dignidad, con honor y abnegación, por eso y por mucho más, las generaciones del presente y del futuro no pueden ser cómplices de un deliberado “olvido” de este heroico militar cuya vida fue interrumpida por causa de las fragilidades presentes en los algoritmos criptográficos usados entonces por el Estado boliviano.

 

El autor es ingeniero e investigador histórico.

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Un tarijeño al servicio de las comunicaciones

Diego Rojas Castro

Las guerras no se realizan solo con granadas, trincheras o bombardeos. También hay otros frentes como el de la diplomacia, el espionaje y el de las comunicaciones. Y esto fue lo que sucedió en la Guerra del Chaco. El oficial Luis Campero Astulfi se destacó en las comunicaciones por su sólida formación profesional. Su vida, sus contribuciones están dispersas entre varias fuentes documentales.

 

Campero nació en Tarija el 9 de abril 1900. Se sabe que realizó estudios en el Colegio Nacional San Luis. Luego ingresó al Colegio Militar de la ciudad de La Paz, viajando después a Alemania donde continuó estudios de ingeniería, en la Academia de Juterbog, y un curso de radiotelegrafía en la ciudad de París. A su regreso fue nombrado Jefe del Servicio Radiotelegráfico de la República.

 

Poco antes de la guerra, en 1929, Campero, cuando contaba con el grado de capitán, publicó un compendio de traducciones del alemán y observaciones propias titulado “El Servicio de Comunicaciones en el Ejército”, una guía detallada de instalación y adecuado manejo de la telegrafía según el tipo de terreno y condiciones adversas a las cuales podrían toparse las tropas de comunicaciones en un conflicto bélico. Todo un visionario de lo que podría venirse.

 

Al estar Bolivia y Paraguay emplazando fortines en el Chaco, ambos ejércitos permanecían en constante estado de alerta, como se puede ver en el siguiente telegrama: “27-IV-29.- Urgte. Rec. Col.- Regtoloa.- Villamontes.- Cif. 174.- Existen indicios que casi no dejan lugar a dudas de que paraguayos preparan ataque quizá ya esta noche contra fortines Chaco. Regimiento con batería debe prepararse para concentración inmediata sobre Muñoz”.

 

Ante los indicios de ataque y como jefe del Servicio Radiotelegráfico, el capitán Luis Campero indicó en la Central de Telégrafos para la radio de Tarija: “E.M. (Estado Mayor) necesitamos que Tarija llame sin interrupción a Yacuiba, Villamontes, Ballivián y en especial a Esteros. Llame desde este momento y que las mantenga listas para recibir servicio. Después Tarija que trate de establecer comunicación con Pto Suárez indicándole que se mantenga lista toda la noche para recibir servicio desde hrs. 22 a 24”.

 

En 1933, en el Informe Anual de Ejército, vuelve aparecer en el informe de situación de la Estación Telegráfica de Tarija: “Esta estación trabaja bien. Últimamente se ha hecho la instalación de un trasmisor de onda corta para las necesidades del Ejército, habiendo dado muy buenos resultados.En Tarija no ha mucho se ha instalado un gran laboratorio con material adquirido en Buenos Aires por el Mayor Luis Campero. Dicho laboratorio cuenta con personal técnico que se encarga de la construcción de aparatos transmisores para enviarlos al frente de operaciones. Se lo ha situado en ese lugar, en atención a la proximidad a la zona de operaciones y para poder así atender con mayor prontitud”.

 

En 1934 asumió la comandancia del Regimiento “Pando 1ro. De Ingenieros”. Cuando concluyó la guerra con Paraguay, fue desmovilizado con el grado de teniente coronel. En 1939, fue Inspector General del Ejército. En 1942, fue nombrado Delegado del Estado Mayor General en la Comisión de Límites con la Argentina y Paraguay.

 

En cuanto a su descendencia, en su primer matrimonio con Blanca Villa de Lora, tuvo  a Luis Alberto y Mario Campero Villa de Lora. Posteriormente, casado con Marina Valenti, tuvo una hija, Marina Campero Valenti.

 

La vida de este destacado militar en el campo de las comunicaciones llegó a su fin el 19 de noviembre de 1946 como consecuencia de un síncope cardiaco. Es justo que se recupere el legado de este tarijeño.

 

El autor es ingeniero e investigador histórico.

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Un tarijeño al servicio de las comunicaciones

Diego Rojas Castro

Las guerras no se realizan solo con granadas, trincheras o bombardeos. También hay otros frentes como el de la diplomacia, el espionaje y el de las comunicaciones. Y esto fue lo que sucedió en la Guerra del Chaco. El oficial Luis Campero Astulfi se destacó en las comunicaciones por su sólida formación profesional. Su vida, sus contribuciones están dispersas entre varias fuentes documentales.

 

Campero nació en Tarija el 9 de abril 1900. Se sabe que realizó estudios en el Colegio Nacional San Luis. Luego ingresó al Colegio Militar de la ciudad de La Paz, viajando después a Alemania donde continuó estudios de ingeniería, en la Academia de Juterbog, y un curso de radiotelegrafía en la ciudad de París. A su regreso fue nombrado Jefe del Servicio Radiotelegráfico de la República.

 

Poco antes de la guerra, en 1929, Campero, cuando contaba con el grado de capitán, publicó un compendio de traducciones del alemán y observaciones propias titulado “El Servicio de Comunicaciones en el Ejército”, una guía detallada de instalación y adecuado manejo de la telegrafía según el tipo de terreno y condiciones adversas a las cuales podrían toparse las tropas de comunicaciones en un conflicto bélico. Todo un visionario de lo que podría venirse.

 

Al estar Bolivia y Paraguay emplazando fortines en el Chaco, ambos ejércitos permanecían en constante estado de alerta, como se puede ver en el siguiente telegrama: “27-IV-29.- Urgte. Rec. Col.- Regtoloa.- Villamontes.- Cif. 174.- Existen indicios que casi no dejan lugar a dudas de que paraguayos preparan ataque quizá ya esta noche contra fortines Chaco. Regimiento con batería debe prepararse para concentración inmediata sobre Muñoz”.

 

Ante los indicios de ataque y como jefe del Servicio Radiotelegráfico, el capitán Luis Campero indicó en la Central de Telégrafos para la radio de Tarija: “E.M. (Estado Mayor) necesitamos que Tarija llame sin interrupción a Yacuiba, Villamontes, Ballivián y en especial a Esteros. Llame desde este momento y que las mantenga listas para recibir servicio. Después Tarija que trate de establecer comunicación con Pto Suárez indicándole que se mantenga lista toda la noche para recibir servicio desde hrs. 22 a 24”.

 

En 1933, en el Informe Anual de Ejército, vuelve aparecer en el informe de situación de la Estación Telegráfica de Tarija: “Esta estación trabaja bien. Últimamente se ha hecho la instalación de un trasmisor de onda corta para las necesidades del Ejército, habiendo dado muy buenos resultados.En Tarija no ha mucho se ha instalado un gran laboratorio con material adquirido en Buenos Aires por el Mayor Luis Campero. Dicho laboratorio cuenta con personal técnico que se encarga de la construcción de aparatos transmisores para enviarlos al frente de operaciones. Se lo ha situado en ese lugar, en atención a la proximidad a la zona de operaciones y para poder así atender con mayor prontitud”.

 

En 1934 asumió la comandancia del Regimiento “Pando 1ro. De Ingenieros”. Cuando concluyó la guerra con Paraguay, fue desmovilizado con el grado de teniente coronel. En 1939, fue Inspector General del Ejército. En 1942, fue nombrado Delegado del Estado Mayor General en la Comisión de Límites con la Argentina y Paraguay.

 

En cuanto a su descendencia, en su primer matrimonio con Blanca Villa de Lora, tuvo  a Luis Alberto y Mario Campero Villa de Lora. Posteriormente, casado con Marina Valenti, tuvo una hija, Marina Campero Valenti.

 

La vida de este destacado militar en el campo de las comunicaciones llegó a su fin el 19 de noviembre de 1946 como consecuencia de un síncope cardiaco. Es justo que se recupere el legado de este tarijeño.

 

El autor es ingeniero e investigador histórico.

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Un tarijeño al servicio de las comunicaciones

Diego Rojas Castro

Las guerras no se realizan solo con granadas, trincheras o bombardeos. También hay otros frentes como el de la diplomacia, el espionaje y el de las comunicaciones. Y esto fue lo que sucedió en la Guerra del Chaco. El oficial Luis Campero Astulfi se destacó en las comunicaciones por su sólida formación profesional. Su vida, sus contribuciones están dispersas entre varias fuentes documentales.

 

Campero nació en Tarija el 9 de abril 1900. Se sabe que realizó estudios en el Colegio Nacional San Luis. Luego ingresó al Colegio Militar de la ciudad de La Paz, viajando después a Alemania donde continuó estudios de ingeniería, en la Academia de Juterbog, y un curso de radiotelegrafía en la ciudad de París. A su regreso fue nombrado Jefe del Servicio Radiotelegráfico de la República.

 

Poco antes de la guerra, en 1929, Campero, cuando contaba con el grado de capitán, publicó un compendio de traducciones del alemán y observaciones propias titulado “El Servicio de Comunicaciones en el Ejército”, una guía detallada de instalación y adecuado manejo de la telegrafía según el tipo de terreno y condiciones adversas a las cuales podrían toparse las tropas de comunicaciones en un conflicto bélico. Todo un visionario de lo que podría venirse.

 

Al estar Bolivia y Paraguay emplazando fortines en el Chaco, ambos ejércitos permanecían en constante estado de alerta, como se puede ver en el siguiente telegrama: “27-IV-29.- Urgte. Rec. Col.- Regtoloa.- Villamontes.- Cif. 174.- Existen indicios que casi no dejan lugar a dudas de que paraguayos preparan ataque quizá ya esta noche contra fortines Chaco. Regimiento con batería debe prepararse para concentración inmediata sobre Muñoz”.

 

Ante los indicios de ataque y como jefe del Servicio Radiotelegráfico, el capitán Luis Campero indicó en la Central de Telégrafos para la radio de Tarija: “E.M. (Estado Mayor) necesitamos que Tarija llame sin interrupción a Yacuiba, Villamontes, Ballivián y en especial a Esteros. Llame desde este momento y que las mantenga listas para recibir servicio. Después Tarija que trate de establecer comunicación con Pto Suárez indicándole que se mantenga lista toda la noche para recibir servicio desde hrs. 22 a 24”.

 

En 1933, en el Informe Anual de Ejército, vuelve aparecer en el informe de situación de la Estación Telegráfica de Tarija: “Esta estación trabaja bien. Últimamente se ha hecho la instalación de un trasmisor de onda corta para las necesidades del Ejército, habiendo dado muy buenos resultados.En Tarija no ha mucho se ha instalado un gran laboratorio con material adquirido en Buenos Aires por el Mayor Luis Campero. Dicho laboratorio cuenta con personal técnico que se encarga de la construcción de aparatos transmisores para enviarlos al frente de operaciones. Se lo ha situado en ese lugar, en atención a la proximidad a la zona de operaciones y para poder así atender con mayor prontitud”.

 

En 1934 asumió la comandancia del Regimiento “Pando 1ro. De Ingenieros”. Cuando concluyó la guerra con Paraguay, fue desmovilizado con el grado de teniente coronel. En 1939, fue Inspector General del Ejército. En 1942, fue nombrado Delegado del Estado Mayor General en la Comisión de Límites con la Argentina y Paraguay.

 

En cuanto a su descendencia, en su primer matrimonio con Blanca Villa de Lora, tuvo  a Luis Alberto y Mario Campero Villa de Lora. Posteriormente, casado con Marina Valenti, tuvo una hija, Marina Campero Valenti.

 

La vida de este destacado militar en el campo de las comunicaciones llegó a su fin el 19 de noviembre de 1946 como consecuencia de un síncope cardiaco. Es justo que se recupere el legado de este tarijeño.

 

El autor es ingeniero e investigador histórico.

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El sacabeño Pinto, gran héroe de guerra

Diego Rojas Castro

Los sacabeños tienen un gran héroe de guerra y muchos parecen no saberlo. Se trata del general José Celestino Pinto López, quien nació en Sacaba el año 1906.

Durante la Guerra del Chaco, al mando del Regimiento “Jordán” Primero de Infantería, fue vencedor de la Batalla de la Laguna de Camatindi, con ascenso de grado por comportamiento heroico en campo de batalla.

Esta batalla fue tan importante, que de haber sido perdida,  podían haber sido capturadas la población de Camiri y luego los departamentos de Sucre y Tarija.

Los hechos sucedieron así: cuando Pinto todavía tenía el grado de teniente, el ejército paraguayo, después de no haber logrado apoderarse de Villa Montes ante la épica defensa boliviana, del 8 al 13 de marzo de 1935, dirigieron su esfuerzo principal hacia el sector central de Camatindi, situado al norte de Villa Montes, siendo esta la otra puerta de ingreso a Camiri desde el Chaco.

El 8 de marzo, a la madrugada, empezaron a caer granadas sobre el sector de la quebrada de Cuevo, laguna Camatindi donde estaba el Regimiento Jordán con 1.500 hombres. Al comienzo de la batalla, una explosión impactó en el rostro del joven comandante Pinto, quien cayó desangrado. Pensando que había llegado su hora, llamó a su estafeta: “Vas a buscarlo al teniente Barrientos, le vas a decir que venga a hacerse cargo del regimiento y que siga atacando de la misma forma en que yo lo hacía. También vas a pedir permiso para ir donde mi madre a decirle que he muerto sin sufrir”, e inmediatamente perdió el conocimiento. El combate prosiguió intenso, y al cabo de 9 horas, Pinto recuperó el sentido.

El ataque lo realizaban tres divisiones paraguayas al mando del coronel Franco. “Si es Franco vamos a tener varios días de combate. Hay que apresurar el cerco”, dispuso el teniente Pinto, quien no podía mantenerse en pie por las heridas, pero podía dar órdenes, tendido entre cajones de munición. Sus hombres, impresionados por el valor de su teniente, se movían con increíble prontitud. La idea de realizar un cerco a los enemigos se había posesionado de sus mentes y actuaban decididos. Nada importaba más en la vida que cercar a los “pilas”.

Durante el combate, una compañía paraguaya había logrado infiltrarse por el frente defensivo boliviano, debido a la falta de unidades; esa unidad enemiga fue fácilmente descubierta por los observadores de artillería dislocados en las alturas y de inmediato varias compañías bolivianas rodearon al Tercer Batallón del Regimiento paraguayo “Lomas Valentinas 15 de Infantería”. ¡Los pilas del 15 de infantería se rindieron!

Antes de que el teniente Pinto pueda enviar su informe al Comando, éste le hizo saber que había sido ascendido a capitán. No era para menos, Celestino Pinto, junto a sus soldados, había evitado que Camatindi caiga en poder de los paraguayos.

En el libro Repete, de Jesús Lara, están los pormenores de este evento, por haber sido dicho autor quien dictó el Acta de Rendición a los temblorosos comandantes paraguayos que habían caído prisioneros.

Pasada la guerra, Celestino Pinto se casó con Nelly Campero Arce, con quien tuvo tres hijos: Ana María, Raúl y Maribel Pinto Campero, todos con descendencia. Tuvo patriótica actuación como Canciller, Ministro de Defensa y leal amigo del presidente mártir Gualberto Villarroel cuando fue herido en el balcón de Palacio; más tarde, exiliado del país por Víctor Paz Estenssoro. Falleció el año 2002 a los 96 años. Un militar fuera de serie que la ciudad de Sacaba debería exaltar mucho más, haciendo un portentoso monumento en su honor.

El autor es ingeniero

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GUALBERTO VILLARROEL, EL PRESIDENTE COLGADO

Diego Rojas Castro

Cada 21 de julio se rememora un aniversario más de la trágica muerte del Expresidente Gualberto Villarroel López, el mandatario que recibió el dramático apelativo de “Presidente Colgado”, por el día en que una turba lo depuso del poder, asesinándolo y luego colgando públicamente su cadáver.

 

El mueleño Gualberto Villarroel nació en Villa Rivero, provincia de Punata, el 15 de diciembre de 1908, sus padres fueron Enrique Villarroel y María López Espinoza. Villa Rivero se precia de ser Cuna de Hombres Célebres, y Villarroel, con todas sus luces y sombras, es sin duda uno de los más insignes hijos que esta tierra ha tenido, por lo que su memoria se mantiene siempre presente en dicho pueblo.

 

Ingresó al Colegio Militar de Ejército en 1925, habiendo sido abanderado, desde entonces se vio preocupado por el destino de la Patria. En la Guerra del Chaco y con asiento en Villa Montes, fue Jefe de la Sección Claves del Comando Superior durante la primera mitad de la contienda. Esta Sección estaba a cargo de establecer y repartir entre los distintos fortines, las claves que se serían usadas para cifrar y descifrar las comunicaciones telegráficas y radiotelegráficas del Ejército boliviano para la coordinación de planes táctico – estratégicos de ataque y defensa.

 

Por informaciones que llegaban a través de espías en Buenos Aires reclutados por los diplomáticos bolivianos Casto Rojas y Julio Gutiérrez, bajo la dirección de Villarroel la Sección Claves hizo esfuerzos sobrehumanos para proteger la información sensible que viajaba a través de los cables telegráficos y el éter de la intromisión enemiga, sin éxito. Los argentinos ya tenían mucha experticia en lo que hoy se conoce como criptografía clásica, debido a que hubo un tiempo en los ingleses los enloquecían en ese orden, pues conocían todas sus claves y correspondencia diplomática.

 

Fue en ese juego del gato y el ratón que Argentina llegó a tener los mejores criptógrafos de aquel tiempo que, lamentablemente, jugaron en nuestra contra, y lo que Villarroel y la Sección Claves desconocían era que el problema no estaba en las claves que con tanto esmero pensaban y repensaban, sino en los propios sistemas criptográficos de sustitución y transposición usados en ese entonces. Los paraguayos tampoco estuvieron exentos de la intromisión de comunicaciones, pues a pesar de que en todo el territorio nacional no había una sola persona que ni siquiera pudiera intentar descifrarlos, los espías en Buenos Aires descifraron importantes telegramas al servicio de Bolivia. En general, con la criptografía clásica la intromisión enemiga a comunicaciones confidenciales la sufrieron también tiempo después los españoles en la Guerra Civil Española, y los japoneses en la Segunda Guerra Mundial.

 

Dejando la jefatura de la Sección Claves, Villarroel como parte del Regimiento Ayacucho 8 de Infantería actuó en las batallas de Cañada Strongest, Huirapitindi e Ibibobo. También estuvo en la épica y gloriosa defensa de Villa Montes. En 1935 fue ascendido a Capitán. En 1943 era Mayor y trabajaba como Subjefe del Estado Mayor del Ejército. Llegó a la presidencia a los 35 años mediante un golpe de Estado que derrocó al Gral. Peñaranda.

 

Todo quedó coartado el fatídico 21 de julio de 1946, cuando una conspiración política propició el asesinato del Presidente mueleño de ojos verdes y de apenas 37 años de edad. Ultimado, su cuerpo se dejó grotescamente colgado en un farol de la Plaza Murillo, junto a los restos de tres de sus colaboradores: Luis Uría de la Oliva (su secretario privado), el Capitán Waldo Ballivián (su edecán) y Roberto Hinojosa (Director del periódico Cumbre).

 

El autor es ingeniero e investigador histórico.

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