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“A veces ya escuché exageradamente, todo es contra el Evo, todo es contra el proceso, todo es contra el gobierno, ah, prefiero escuchar FOX, los deportes, los partidos de fútbol de Europa, Sudamérica”, confesó el jefe de Estado.
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El joven estaba en pleno cotejo en el campo deportivo de El Kenko, del distrito de Catavi, en el municipio de Llallagua.
Política
El Canciller señaló que “seguramente” los mandatarios conversarán sobre el deseo del gobierno boliviano de ser una de las subsedes del Mundial 2030.
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El nuevo equipo de la liga MLS levanta un nuevo campo de 350 millones de dólares en el centro de la ciudad californiana.
Deportes
La selección boliviana abre el año en misma posición cerró el 2017, puesto 49.

Diógenes "Limón" Lara, futbolista y héroe de guerra

Diego Rojas Castro

Entre los hijos insignes que ha tenido el departamento de Cochabamba,es necesario recordar al abogado Diógenes Lara y su vida con facetas tales como héroe de la Guerra del Chaco y jugador de fútbol de talla mundial.

 

Fue el menor de tres hermanos. El mayor fue el escritor mueleño Jesús Lara, seguido de Leónidas, mejor conocido como León. Según la partida de su bautismo, nació en Muela (hoy Villa Rivero) el 8 de abril de 1903. Se casó con Enriqueta López, con la cual tuvo siete hijos: Mario, Rubén, Edgar, Haydee, Maritza, Ritay Elsy Lara López.

 

Estudió la carrera de Derecho. En lo deportivo, se destacó con creces como jugador de fútbol, cuyas dotes lo llevaron a la primera Copa Mundial de Fútbol que se desarrolló en Uruguay en julio de 1930, donde hizo su aparición en dos partidos como mediocampista. Bolivia recibió su derecho a participar mediante una invitación cursada por el comité organizador uruguayo, donde el equipo boliviano lució una camiseta blanca y cada jugador tenía una letra en el pecho, que al formarse en un determinado orden decía VIVA URUGUAY.

 

En la Guerra del Chaco, "Limón" Lara, en su condición de reservista del año 1923, se presentó como combatiente el 20 de septiembre de 1932 en Cochabamba, justo en los días en que se llevaba a cabo la Batalla de Boquerón. Se enlistó voluntariamente y por fervor patriótico. Fue ascendido a subteniente de Reserva el 2 de febrero de 1933 y movilizado al Chaco el 18 del mismo mes, e incorporado al "Primer grupo de morteros".

 

Como efectivo en el Regimiento Colorados 41 de Infantería participó en las acciones de Bullo, en el segundo ataque a Nanawa, Quintana, Conchitas, Segundo Condado, Ballivián, Beatriz, Celina, Carosi, Capirenda, Lapacho, Defensa de Villa Montes, Laguna Camatindi, Itiyuru, Cumbaruti, Mandeyapecua, Defensa de Boyuibe, con un tiempo de permanencia de 30 meses en la zona de operaciones, de un total de casi 37 meses que duró la guerra a nivel militar.

 

La Batalla de Conchitas, también conocida como "Batalla de las Cien Horas", fue librada exclusivamente por el Regimiento 41, con dos morteros del subteniente Diógenes Lara y cuatro cañones del famoso capitán Seleme. Después del rechazo al enemigo, el regimiento se había replegado por orden del Comando Superior, y la compañía Violeta había sido la última en abandonar las posiciones. El subteniente Diógenes Lara había disparado hasta que saliera el último soldado de Violeta e inmediatamente arrancó en un camión que esperaba con el motor encendido. Las piezas del subteniente Lara, en aquella acción, habían tirado durante cien horas consecutivas, sin ningún descanso.

 

El 6 de febrero de 1935 fue ascendido al grado de teniente de reserva, e igual que antes, tuvo descollante actuación a la cabeza de la batería "Grupo 7 Morteros". Recibió la Orden de Mérito Militar de "Caballero", una Medalla de Guerra y la "Cruz de Bronce".

 

En la postguerra se desempeñó como profesor de educación física en el colegio Bolívar de Cochabamba. Falleció el año 1971, a los 67 - 68 años. Diógenes Lara, un cochabambino que sobresalió en distintas facetas de la vida como héroe de guerra del Chaco y jugador de fútbol de talla mundial. Por todos estos méritos, merece tener un sitial en el sector de Notables del Cementerio General, cerca de su hermano Jesús y su hijo Mario Lara. Incluso, hay un espacio que parece esperándolo en ese sitio de Notables, al frente mismo de la tumba de su hermano Jesús. Veamos si se hace justicia histórica.

 

 

El autor es investigador histórico.

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La danza de entrenadores

Constantino Rojas Burgos

El performance de los equipos bolivianos que participan en competencias deportivas internacionales definitivamente tiene muchos altibajos, al colmo que ya no podemos ganar ni de locales ni aprovechando la altura que ya no es un mito para nadie. Es más, incluso perdemos en nuestra propia cancha. Ni qué decir cuando nuestros equipos están de visitantes, salvo excepciones.

Para no  buscar culpables solo en unos, la responsabilidad recae en los dirigentes, los directores técnicos y los jugadores,  que están siempre en la cuerda floja, tanto afán y entusiasmo en declaraciones a los medios, pero al final terminamos vapuleados y con la idea de haber jugado tan bien, pero para perder como siempre y en complicidad con los periodistas deportivos que endiosan a los equipos locales.

Con referencia a los dirigentes, todo el tiempo están mirando al extranjero para contratar directores técnicos que se llevan unos salarios incluso por encima del tope salarial asignado por el Gobierno a los trabajadores del país. Técnicos extranjeros que ganan salarios descomunales para que sus jugadores no respondan a la altura del salario que gana un entrenador.

Directores técnicos que además imponen su ayudante de campo, kinesiólogo, utilero, todo en paquete, como si en el país no existieran recursos humanos, que son desaprovechados ante la paciencia y la tolerancia de los dirigentes, que no hacen nada para cambiar esta situación anómala que solo ocurre en Bolivia.

La promesa de la renovación de jugadores se queda solo en promesa, son los mismos jugadores que cambian de un club a otro, a los que juegan en el extranjero los “legionarios” que tampoco aportan a la selección, más que gastar enormes recursos económicos para traerles al país y tenerlos en la banca de suplentes. No se promocionan nuevos jugadores porque implica un proceso a largo plazo, solo se busca salvar el momento con lo mejor que se tiene.

Otro fenómeno en el que los hinchas somos espectadores pasivos, tiene relación con el cambio permanente y continuo de los directores técnicos del fútbol, —que siempre están en la cuerda floja— y que dependen de resultados de cada partido, cuando ganan hay algarabía de su público, cuando empata o pierde —más si es de local— el culpable es el técnico que no hizo cambios adecuados, culpabilizan al árbitro, juez de línea, preparador físico, todo para encubrir una serie de acciones y reacciones que no hacen más que perjudicar al equipo, una institución deportiva que sobrevive los avatares del deporte.

 

Los jugadores también tienen su cuota aparte, en los equipos, en general, tienen un grupo privilegiado que recibe el apoyo de sus dirigentes y de los técnicos y que su rendimiento en el campo deportivo depende del humor y del trato económico que reciben en el club que militan.

Pero, definitivamente los culpables al final resultan ser los directores técnicos que siempre están en el ojo de la tormenta y que en los clubes se cambian como si fueran calcetines. No se ofrece la confianza necesaria para que pueda iniciar un proceso a largo plazo y que rinda frutos en beneficio del club, que además, están con problemas económicos porque el público hace tiempo dejó de ir al estadio para apoyar a su equipo.

Es hora para que los dirigentes de la Federación Boliviana de Fútbol —que ahora están en pugna—, los dirigentes de los clubes deportivos, los directores técnicos y los jugadores cambien de actitud, en beneficio del fútbol que se debe a su hinchada y que va perdiendo fe en el deporte de multitudes.

El autor es periodista y docente universitario

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Balón

Juan José Toro Montoya

No. El mundo no es un balón.

Los deportes son buenos. Los deportes son necesarios. Los deportes son parte importante en la formación integral del ser humano pero no reemplazan a las demás.

Hay varios deportes pero solo algunos sobresalen. Ese es el caso del fútbol que, justicieramente, es considerado el más popular, por lo menos en nuestro hemisferio.

El fútbol despierta pasiones y, gracias a eso, mueve millones. Habrá que recordar que hace poco estalló un megaescándalo de corrupción en la FIFA y varias de sus federaciones, incluida la boliviana. Por eso no es raro que, en un mundo copado por las redes sociales, se pueda ver diariamente discusiones sobre partidos y clubes que muchas veces llegan al rango de debate.

Las discusiones y los debates son buenos porque permiten confrontar ideas diferentes sobre un mismo tema. Por ello, no es malo que haya discusiones y debates sobre fútbol. Lo malo es cuando las discusiones y debates solo son sobre fútbol.

No. El mundo no es un balón.

El mundo es todo aquello que concierne al ser humano y eso abarca una infinidad de temas. Van desde asuntos vitales, como el agua que ya escasea en la mayoría de los países del planeta, hasta los problemas que tienen cada uno de los países con sus respectivos sistemas políticos.

Lo ideal es que esos asuntos sean discutidos y debatidos con el propósito de encontrar soluciones pero los espacios para ello generalmente están copados por las discusiones y debates sobre fútbol.

Así, mientras el agua se va convirtiendo en un artículo de lujo para los ciudadanos, muchos de estos ciudadanos emplean su tiempo en discutir sobre el resultado de tal o cual partido, los errores del director técnico o la habilidad de tal o cual futbolista.

Los errores de los gobernantes pasan a segundo plano. Si los ejecutivos de una empresa estatal se enriquecen mediante jugosos contratos, pocos son los que reclaman por eso ya que muchos están discutiendo sobre el partido, los goles, el resultado…

Y no es que se quiera privar a los aficionados al fútbol de su derecho a polemizar sobre el tema que les dé la gana pero la verdad es que, mientras ellos debaten sobre partidos, jugadores y clubes, los gobernantes se llenan los bolsillos.

Entonces, discutir solo sobre fútbol, y no ocuparse de otros temas, tiene el mismo efecto que alguna vez tuvo el famoso circo romano: distraer al pueblo para que no se ocupe de los temas verdaderamente importantes.

Los gobernantes de Roma, ya sea reyes, dictadores o emperadores, crearon las distracciones que el pueblo presenciaba en masa mientras, a sus espaldas, se disponía arbitrariamente de los recursos que pertenecían a todos. Hubo tal variedad que se pasó de las representaciones de batallas navales —una innovación de Julio César cuando tenía 30 años y apenas era un “edil curul”— a los combates de gladiadores y sacrificio de los cristianos.

Actualmente existen varios circos modernos, desde las distracciones promovidas por gobiernos dictatoriales hasta las telenovelas que las amas de casa consumen sollozantes olvidándose que afuera, en las calles, existen problemas reales, distintos a los de los protagonistas de sus culebrones.

Y en la arena de esos nuevos circos están los futbolistas que firman jugosos contratos, los dirigentes que se embolsillan buenas cantidades sin saber patear un balón y los aficionados, aquellos que le dan duro a la discusión sobre fútbol que puede ocupar gran parte de su tiempo y hacer que se olviden de otros temas igualmente importantes.

 

 

 

 

 

 

 

 

(*) Juan José Toro es Premio Nacional en Historia del Periodismo.

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OLLA DE GRILLOS

VICTOR HUGO MAIDANA ALCOBA

Algunos dirigentes del futbol nacional parece que encendieron el ventilador cerca de una letrina y están echando en la cara de diestra y siniestra el estiércol de la canalla.

Estos eternos dirigentes del futbol ahora se están pelando para manejar dirigencialmente los destinos del más popular de los deportes en Bolivia.

El cuadro que están pintando ciertos dirigentillos futboleros, es un lamentable panorama matizado con diferentes colores de corrupción.

Aquí nadie salva, al parecer la mayoría de los dirigentes del futbol, tiene algo que ver con repartijas de plata en una danza de millones con volumen alto.

Estos siniestros personajes en los últimos días se están sacando trapitos al sol, es decir están diciéndose cosas propias de una tropa de mafiosos, que se disputan el poder para seguir viviendo de lo fácil a costa del sentimiento que atrae a miles personas en todo el planeta por este deporte donde el grito de gol es un momento para perdonar o por lo menos lavar la cara de los crápulas que están detrás del escenario.

Muchos quienes manejan el futbol nacional no son más que una manga de delincuentes, hay varios de ellos que están detrás de las rejas en la cárcel no precisamente por angelitos, si no acusados de malversadores, falsificadores de documentos, cómplices y encubridores de delitos.

Es una verdadera vergüenza que el futbol nacional esté en manos de gente que se dedica a acusar pasando por encima las leyes y los procedimientos.

Si alguien tiene conocimiento de la comisión de delitos, lo correcto es que denuncie esta situación a las autoridades que correspondan para que ellas investiguen, escuchen los cargos y descargos y en consecuencia determinen las autorías con responsabilidades.

Pero no sucede así, aquí la pelea está en los medios de comunicación social donde se están registrando muchas peleas en momentos previos a una elección en la en la dirigencia de la Federación Boliviana de Futbol.

Ojala fuesen solo peleas, no, la cosa va mas allá se están de comisiones de delitos con libelos, injurias de todo calibre, que es lo más grave.

Entonces el problema va pasando de los límites donde una tira de payasos sale de tanto en cuanto a justificar sus comedias.

Desde luego que este espectáculo hace reír, por lo menos saca de la monotonía de muchos programas de la radio y la televisión de aburridas notas de las páginas deportivas donde se alaban a los mediocres.  

La diversión no deja de tener su lado bueno, por cuanto el hecho de saber en manos de quien había estado el futbol nacional significa encontrar respuestas del por qué el futbol boliviano se encuentra en la bajada de un tobogán que desemboca en un callejón sin salida y tener cuidado de los lobos vestidos de corderos que con la máscara de buenitos asumen a la dirigencia del futbol.

De la manera como se están desarrollando los hechos, se puede decir también que ya la cosa está de buen tamaño y alguien tendría que poner freno de mano al coche, es decir poner las cosas en su lugar.

Probablemente el Ministerio Publico en su calidad de defensor de los derechos ciudadanos tendría que intervenir en esta situación y colocar en su sitio a estos dirigentes futboleros que seguramente piensan que haciendo bochornosos escándalos van a salir del fétido pantano que le está sobrepasando la altura de sus narices.

Unos dirigentes del futbol, gritan por aquí, otros gritan por allá, todos gritan al mismo tiempo, unos dicen inocencia, otros dicen culpables, unos se dicen honestos otros pillos, pasa de todo y no pasa nada al mismo tiempo, la dirigencia del futbol boliviano es una verdadera Olla de Grillos.

GRACIAS Y HASTA LA PROXIMA CUANDO VUELVA PARA HABLAR JUSTO Y CABAL.

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